El deterioro de la 6 de Noviembre

El deterioro de la 6 de Noviembre

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
La autopista 6 de Noviembre, concebida para sacar el tránsito del sur de las estrechas calles de San Cristóbal, llenó una necesidad en la seguridad del tránsito, que contribuyó de manera significativa a acelerar el tiempo de llegada a la ciudad capital de los viajeros sureños, haitianos y sancristobalenses. Sin embargo, hoy languidece por falta de mantenimiento.

La autopista de cuatro carriles permanece ignorada por las autoridades de Obras Públicas, en contraste con la atención que tiene la autopista Duarte para el mantenimiento. A la del Sur se le ha dejado que sus cunetas desaparezcan llenas de malezas y derrumbes de los taludes, que por la erosión de las lluvias lo han depositado en lo que otrora eran canales de desagüe. Asimismo, la cuneta central que divide las vías está llena de malezas y tierra. Aparte tiene la acción de muchos vecinos de la autopista que han rellenado por cuenta propia para cruzar de un lado a otro de la vía, lo cual provoca accidentes fatales.

Al principio de la entrada en operación de la autopista, en los finales del gobierno del doctor Balaguer en la década del 90, había mucho empeño oficial en mantener nítida la vía. Hasta un secretario de Obras Públicas, pico en mano, se le vio eliminando esos cruces prohibidos. Más luego, con el abandono de las autoridades a sus obligaciones de mantenimiento y vigilancia, la gente, vecina de la vía, comenzó a rellenar antojadizamente la cuneta divisoria, con calma y a ojos vista de las autoridades, bombas de gasolina, moteles, paradores, comunidades que no querían llegar hasta los cruces autorizados, rellenaban la cuneta central. De esa manera se han creado decenas de puntos de conflictos, que ya han cobrado su cuota de pérdidas de vida.

Ahora se le hace muy difícil a Obras Públicas eliminar esos cruces, ya que representan un medio de vida para los padres de familia, que enarbolan tal condición, para enfrentar a las autoridades, si éstas osaran poner orden en la autopista eliminando esos cruces ilegales. Ese accionar es una muestra más de que las leyes no se respetan, y a nombre de ser padres de familia, las autoridades por sus amarres políticos complacientes y electoreros prefieren dejar que la autopista sea un arrabal.

La falta de mantenimiento es notoria en la 6 de Noviembre. Desde la laguna casi permanente de agua estancada a la salida de la misma antes de llegar a la Isabel Aguiar, hasta los cruces de camiones cargados de materiales cerca del lado este del puente sobre el río Nigua, hay toda una cadena del descuido que señalan a un abandono oficial al mantenimiento de esa vía. Esta vía fue concebida correctamente para que el tráfico del sur circulara por una vía segura y protegiendo a San Cristóbal, para luego incorporar el tramo que ahora se construye desde Najayo a Baní, que en las ultimas semanas ha recibido un apreciable avance después de languidecer por largos meses bajo la modalidad de un paso de tortuga impuesto por los contratistas, que parece no recibían dinero a tiempo, o estaban sometidos a otros requerimientos legales y oficiales, ya que para el contrato de esa vía se había adoptado en el 2000 la modalidad de otorgarla en concesión a los constructores, para que ellos cobraran la inversión con los peajes que se instalarían en la vía. Baní y el sur sufre de los rigores de una vía en estado peligroso y mortal.

Proporcionarle mantenimiento a la 6 de Noviembre no resulta tan costoso. Se han establecido numerosas brigadas de mantenimiento en la autopista Duarte desde Los Alcarrizos hasta Santiago, que mantienen las cunetas limpias, y cortando la grama de la franja divisoria en donde no existe el revestimiento de concreto. La 6 de Noviembre no requiere de un mantenimiento más profundo, ya que es notable de cómo la capa de asfaltado ha resistido el paso de los años y de millares de vehículos. En su origen fue necesario reemplazar el asfalto por completo debido a defectos en la calidad de la mezcla. Eso no ocurrió en la autopista   Duarte donde se ha procedido a un costoso recapado de seis pulgadas debido al avanzado estado de deterioro que la afectaba.

Por lo tanto, es importante ir en acción de salvataje de la autopista de San Cristóbal, que su tránsito ha ido en aumento por los cientos de vehículos pesados que transportan materiales de construcción, en especial agregados, que son mortíferos para la capa de rodadura de la carretera. Ese peso sobre la carretera está ocasionado hundimientos en la salida occidental del puente sobre el río Haina, será necesario ejecutar complejas obras de ingeniería.

Obras Públicas debe acudir en ayuda a proteger esa vía. Eventualmente debe realizar los estudios para prolongarla hasta la avenida Luperón para eliminar el cuello de botella de la 27 de Febrero con la Isabel Aguiar, solución adoptada por los técnicos en la década del 90 debido a los recursos limitados de aquel entonces.

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