JOSÉ A. SILIÉ RUIZ, FRSH
En nuestra condición de neurólogos somos testigos con gran frecuencia de lo cruel que resulta la enfermedad de Alzheimer, en que tanto el familiar como el cuidador son espectadores adoloridos de una progresiva pérdida de memoria por parte de su pariente o amigo. Los amables lectores no se imaginan cuán dantesco es lo que tienen que vivir éstos con escenas en el diario vivir que apenan, abochornan, avergüenzan en otras ocasiones, en fin que ese ser querido parece que es cambiado por otra persona.
Pero el lector habrá de preguntarse qué relación tiene esta enfermedad neurológica con la celebración reciente del Día de la Etica. Es que ha habido una falta de memoria de algunos, en nuestra condición de neurólogo y de hijo del Dr. José A. Silié Gatón, quien felizmente no tiene esta enfermedad y a sus 80 años labora como un hombre de treinta años, inmerso en la producción de su obra número 17. Me correspondió vivir la dualidad del medio que maneja la evocación y la del hijo del intelectual dominicano que más ha escrito sobre ética no sólo en la República Dominicana, sino en todo el lar latinoamericano, no pude encontrar de acuerdo a las averiguaciones que me permite mi escaso tiempo, localizar una producción similar en ese campo.
Todo esto viene a convertirse en tinta, pues recién pasado se celebró el Día Nacional de la Etica y como parte de estas celebraciones fue invitado un intelectual latinoamericano a disertar sobre el tema y unos días después llegó mi hija menor con un folder en torno a una actividad sobre el tema y llamé a mi padre sobre el particular, diciéndome que no había sido invitado, (no es obligación invitar a todo el mundo a todo) y solo callé; pero no puedo negar que medité y, como no soy hombre de falsas humildades, revisé en mi biblioteca sus obras y vi los siguientes libros: Etica del Docente Universitario, Etica Parlamentaria, Moral y Civismo, Educación del Carácter, Luz Celeste, Temas morales y en borrador, mi padre siempre me los hace llegar, tal vez por ser su hijo mayor, Etica del juez, Etica en política, Educación y ética, Reflexiones políticas y Catálogo de problemas éticos, éstos son sólo sobre el tema ético, su gran pasión. Tiene otros sobre los temas electorales y de administración judicial que haría larga esta lista.
En esta línea, el pasado sábado leemos la columna «Encuentros», de la prestigiosa intelectual Mu-Kien Adriana Sang en este diario, columna para mi de obligada lectura cada sábado, por lo fluido y enjundioso de su prolijidad, nos enteramos de todos los sacrificios para lograr que se celebrara este día en nuestro país, lo que aplaudimos sobremanera y felicitamos. En su artículo Día Nacional de la Etica, ella hace la descripción que permitió, por la necesidad de encontrar un símbolo, tomar la prestante figura de Ulises Francisco Espaillat para que pudieran los jóvenes reflexionar sobre la ética en sus vidas. El propósito de este proyecto, que lo hace más noble, es que esta dirigido a fomentar los valores éticos en los jóvenes, que tanta falta está haciendo hoy al país.
En el artículo mencionado resalta la autora las cualidades civilistas del licenciado Espaillat, como ejemplo de vida digna, ferviente positivista y valedor apasionado de la democracia, quien no sólo predicaba el bien, sino que lo hizo norma de vida y defensor apasionado de la educación. No quiero ser yo tan vehemente, pero no puedo negar que al leer el artículo no pude menos que ver la obra de mi padre en cada uno de los méritos mencionados por la escritora, sin querer ser yo juez y parte, sino que prefiero que sean sus amigos que se refieran a este caballero de nombre José A. Silié Gatón.
El doctor Mariano Lebrón Saviñón, en un comentario de su obra Luz Celeste señala: «Evoco un hogar donde florecían los afectos como los agavanzos en las florestas vírgenes, centrado por doña Cenobia y don Fermín- como arrancados de los austeros clanes bíblicos- y donde se formó José Silié, para quien escribir es cosa sólida y hablar de amores es un común en él- amar es la nostalgia de la presencia de Dios, de afectos, de bondades, de ética, su verdadero régimen de interés, de rectitud, es lo acuciante en la actividad de su vida profesional y docente-«.
El licenciado Sérvulo Natera Candelario señala en el prólogo de la misma obra citada: «Don José Silié Gatón es un dominicano ilustre, padre amantísimo, dechado de virtudes, profesional que en el ejercicio acompaña sus acciones de las indisolubles fuentes de moralidad y bien, compañero de elevados criterios donde me he nutrido de capacidad, jovialidad eterna, de amor a su patria y de ser gran amor a la juventud. Ese hombre, que quizás no perdone lo que de él digo, es el doctor José A. Silié Gatón, maestro por mística de varias generaciones, profesional pulcro y de capacidad incalculable, que con su verbo limpio y claro da rienda resultas a su acendrado amor hacia los demás, constituyéndose en fuente cristalina donde abrevar, nos nutrimos de su fuerza interior, acerada con las hondas fibras patrióticas y con el invariable amor hacia la familia».
Pero antes de que me llegue el Alzheimer y caiga en el olvido como otros, no podía dejar de referirme a este profesor meritísimo, ciudadano ejemplar y mejor padre, que ha hecho de la ética su vida y con su producción creemos que en nuestro país hay un antes y un después de él, en el noble campo de esta parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del individuo para el logro de fines elevados, mediante la recta razón inspirada en la moralidad.