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La Fundación Corripio depositó ayer una ofrenda floral ante el monumento que rinde tributo al inmigrante en la plaza ubicada en la avenida 27 de Febrero con Ortega y Gasset, en ocasión del Día del Inmigrante.
La Fundación Corripio depositó ayer una ofrenda floral ante el monumento que rinde tributo al inmigrante en la remodelada plaza en la intersección de la avenida 27 de Febrero con Ortega y Gasset, con motivo del Día del Inmigrante.
En el acto del Día del Inmigrante instituido por el Poder Ejecutivo mediante el decreto 590-01 del 29 de mayo de 2001, participaron miembros de la Fundación Corripio y personalidades, incluidos diplomáticos.
Encabezaron la ceremonia, el empresario José Luis Corripio acompañado de sus hijos Manuel y José Alfredo Corripio Alonso, el embajador de España, Diego Bermejo; Domingo Ja, ministro consejero de la embajada de Taiwán; Joaquín de Ramón, presidente de Casa de España; Américo Mauro Araujo, embajador de El Salvador
El orador Jorge Tena Reyes, asesor fundador de la Fundación Corripio, afirmó que en las páginas de la historia de la humanidad no puede excluirse el nombre del inmigrante.
Dijo que antes de la llegada de Cristóbal Colón y Martín Alonzo a esta isla en el 1492, las Antillas Mayores se habían convertido en centros de receptores de inmigrantes procedentes de Suramérica, los cuales cruzaban las Antillas Menores para situarse en las islas mayores.
Para el disertante el primer europeo que llegó a las costas del norte de la isla y el segundo de a bordo de la expedición colombina fue Martín Alonzo Pinzón ya que mientras el almirante Cristóbal Colón exploraba la isla Juana el capitán de la Pinta se desvió del curso trazado y pudo así adelantarse a Colón con quien finalmente se encontró en el río Gracia donde lograron dirimir cualquier mal entendido.
Tena Reyes dijo que el cacique Hatuey debe ser considerado en padre de la diáspora dominicana, ya que abandonó la isla para evadir las persecuciones del gobernador Ovando y se dirigió a Cuba donde posteriormente fue sacrificado por el conquistador Diego Velásquez.
Señaló que la isla se convirtió en el centro de la acción colonizadora española del Nuevo Mundo hasta el 1511 cuando se inició la colonización de tierra firme con Hernán Cortes y Juan Grijalva. Aquí se fundó la primera Real Audiencia del Nuevo Mundo, el centro donde se dirimían las diferencias del comportamiento y los proyectos entre colonizadores y su metrópolis y por eso Fray Felipe II llamó a la España llave de todas las indias.
Destacó que la parte española de la isla con 42 mil kilómetros cuadrados es un crisol de razas con el español como lengua madre e hizo referencia que la Bahía de Samaná, sin embargo es una mezcla con el español, el ingles y el francés que el historiógrafo Emilio Rodríguez Demorizi considera el único punto nebuloso del mapa lingüístico de la República Dominicana.
Manifestó que la estatua del inmigrante, simboliza todos aquellos procedentes de tierras extrañas que contribuyen con los frutos de su trabajo al engrandecimiento de la patria.
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Nuestro origen
Para el empresario José Luis Corripio Estrada todo habitante de la República Dominicana es de origen migratorio ya que la raza autóctona se mezcló con otras y todos tenemos en común ese aspecto y coincidimos en el origen humilde.
Razones económicas
Para el fundador de la Fundación Corripio, la inmigración tiene principalmente razones económicas y puso como ejemplo a los dominicanos que van hacia los Estados Unidos Pie
El empresario José Luis Corripio Estrada acompañado de sus hijos Manuel y José Alfredo, el ex presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños Guzmán, y representantes del cuerpo diplomático luego de depositar una corona de flores con motivo del Día del Inmigrante.
