El Día del Teatro Dominicano, desde 1980

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1-Desde los inicios de nuestra historia encontramos manifestaciones artísticas escenificadas, como fueron los areítos de nuestros aborígenes. En el año 1588, un 23 de junio para la conmemoración de Corpus Christi, los estudiantes del Colegio Universidad de Gorjón, presentan en la Catedral de Santo Domingo, el entremés de Cristóbal de Llerena De Rueda, considerada la primera manifestación teatral desde la perspectiva griega. El teatro que llega con los colonizadores y que se expresa en ese entremés, “recoge el latido débil del arte moribundo de nuestros primeros pobladores”.  Pedro Henríquez Ureña dice al respecto: “No parecía necesario recordar el incipiente arte dramático de los indios, ni su profuso y variado arte coreográfico,  areitos, mitotes, taquis, porque el teatro nuestro vino de Europa; pero la extraña verdad es que la planta europea al llegar al Nuevo Mundo, se injertó en la planta indígena”. El entremés de  Llerena se sitúa en la defensa de los aborígenes al censurar la violencia de las autoridades de la colonia, lo que provocó la ira de los oidores y el exilio del propio Llerena.

Durante los siglos XVII y XVIII la actividad teatral en la colonia es poco significativa. En la primera mitad del siglo XIX aparece el llamado teatro de los Trinitarios, eminentemente político, destinado a despertar conciencias.

Proclamada la independencia aparecen los primeros textos para teatro: El General Duvergé o las víctimas del 11 de abril, de Félix María Del Monte, cronológicamente la primera obra dominicana. Javier Angulo Guridi escribe Cachorros y Manigüeros, juguete cómico alusivo a la guerra de la Restauración.

Las claves

1.  Principios del siglo XX

Pedro Henríquez Ureña muestra dominio de la técnica teatral en El Nacimiento de Dionisios, aportando al plano expositivo.

2.  El costumbrismo y el indigenismo

Aparecen paralelamente en el teatro dominicano. La obra más representativa es Alma Criolla, de Rafael Damirón. En 1946 se crea el Teatro Escuela de Arte Nacional.

Pie

El teatro dominicano ha tenido buenos momentos.

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