La columna sale el domingo pero la escribo el jueves. Lo central del día después no es tanto el análisis de los resultados electorales, con sus sorpresas y desengaños, sino la determinación de trabajar, ya, en un análisis de perspectivas, que debe empezar mañana mismo.

Al candidato elegido como contrincante por Leonel Fernández lo van a despedazar, por un lado los perredeístas de las distintas tendencias, y principalmente la nata de la oligarquía económica, que tiene que ir pensando en un candidato de relevo, por si el pueblo se jarta del continuismo del Dr. Leonel Fernández, lo que podría generar su descalabro.

Al Dr. Fernández le gustaría seguir con el “pacto”, que tantos beneficios le ha reportado, y con su “contrincante preferido”. Pero los perredeístas aspirantes y una cierta oligarquía y los norteamericanos, preocupados por un posible descalabro del gobierno, les interesa otro tipo de bipartidismo.

Nosotros, la franja progresista, tiene otros grandes problemas. Tenemos que avanzar hacia el desarrollo de “una inteligencia colectiva” que reúna una parte de lo mejor del movimiento intelectual y político, que aprenda a trabajar en la diversidad y la complementariedad, para así poder alimentar una propaganda sistemática que tiene que generar adhesiones crecientes y pegar contra la pared al gobierno.

Esa propaganda tiene que empezar a plantear cada una de las soluciones que el país requiere, para ir creando una opinión pública activa.

¿Cómo poner a producir nuestras fértiles tierras en forma creciente, que termine alimentando a todo el país? ¿Cómo conciliar turismo con defensa del medio ambiente y los derechos ciudadanos? ¿Qué cambios se requieren para relanzar la industria media y grande e impulsar la microempresa? ¿Cómo evitar que los oligopolios ahoguen la industria, agricultura y el comercio? Y principalmente, ¿qué rol debe jugar el Estado en el establecimiento del mercado interior para la industria y la agricultura, y el aliento a la exportación?

El problema es crear una nueva mayoría política, que desplace las cúpulas dueñas del poder y que frustre los planes de los norteamericanos. ¿Cómo se han creado mayorías políticas en otras etapas de nuestra larga historia republicana? ¡Esa interrogante es fundamental!

Ahora la pelota está en manos del Dr. Leonel Fernández. Su plan, y el de su poderoso Buró Político es el de un largo reinado.

Identificando las avenidas progresistas que se han venido construyendo; articulando una “inteligencia colectiva” que oriente una propaganda que acumule fuerzas; y comprendiendo que esa propaganda debe estar acompañada de la acción diaria; por estos caminos, que empiezan mañana lunes, podremos frustrar los planes continuistas de quien tiene todas las cartas a su favor.