EL día emblemático de los banilejos

EL día emblemático de los banilejos

No existe un ser humano nacido en el valle de Peravia que no tenga muy presente lo que significa para él este día, ya que a través de los años lo graban en lo más íntimo de sus recuerdos. En este día aflora con fuerza el deseo de estar presente en las fiestas, recordando aquellas celebraciones llenas de sencillez, solidaridad, devoción y alegría. Todo para disfrutar con parientes y amigos una añoranza en este día inolvidable en la vida de cada banilejo.

La veneración de la virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Regla se remonta al siglo IV, en tiempos de San Agustín, aquel legendario santo monje obispo de Hipona en el Africa pero cuya imagen atravesó muchos percances cuando España fue ocupada por los musulmanes por ocho siglos hasta su liberación en 1492, en el mismo año que Colón descubría América. La imagen estuvo oculta por todo ese tiempo hasta que por revelación divina unos monjes la encontraron y desde entonces se reactivó la veneración hasta llegar a Cuba y a Filipinas no sin antes establecerse en las Canarias.

A Baní llegó la imagen, mucho antes que se fundara oficialmente el pueblo, alrededor de 1740 y desde entonces permanece en el valle protegiendo y dando la razón de ser a una sociedad de seres muy resistentes a la fe pero nadie le discute su devoción a su virgen morena. Y mas en este día cuando todo el pueblo expresa su devoción por medio de la asistencia a las ceremonias religiosas en especial a la misa solemne de la mañana y a la procesión,que en horas de la tarde, recorre algunas de las principales calles del pueblo.

Previo al día 21, el Obispo y los sacerdotes de la diócesis preparan un programa estimulador de la fe y de orientaciones morales para un cambio de vida. Estas festividades en las primeras cinco décadas del siglo XX conservaban el júbilo a que se entregaban los banilejos en todos sus niveles económicos y mas con la llegada de los ausentes que colmaban el pueblo y las casas de sus parientes residentes en la comunidad. Ya hoy queda la música tradicional que se tocaba en la puerta de la iglesia al terminar la misa, la novena y la prédica magistral de cada noche desde el día 11. Los banilejos aglomerados en el parque frente a la puerta principal de la iglesia disfrutaban de su música tradicional en donde muchas veces sonaban los valses de La Nube Gris y La Vecinita Gentil de gratarecordación paranuestras generaciones del 40 del siglo pasado.

En pleno siglo XXI todavía se conservan parte de las tradiciones y quedan generaciones del pasado que le han transmitido a las nuevas, parte de esas vivencias con los recuerdos que aguardaban la fecha para en la ocasión demostrar su religiosidad acomodada a sus costumbres actuales. Era muy alejado de lo que se vivía en aquellas románticas décadas del siglo XX. Ahora la excusa de la devoción es para poder regocijarse en encuentros, discotecas y ágapes sociales muy alejados de lo que se suponía era dedicarse devotamente a una profunda reflexión para el cambio de vida y por veneración a su patrona.

El recuerdo imborrable de esos años medios del siglo pasado, es cuando en la tarde del día 20 de noviembre sonaban a la entrada este del pueblo por la calle Presidente Billini los acordes musicales de una vibrante marcha militar que interpretaba la excelente banda de música de los Bomberos Civiles de la Capital que año por año acudían a Baní en cumplimiento de una promesa de su director don Luis Parahoy que había vivido en Bani en la década del 30 del siglo pasado. Él le ofreció a la Virgen traer cada 21 de noviembre esa excelente banda de música con la aprobación de sus superiores. La banda amenizaba retretas y conciertos en el parque central, además acompañaba a la procesión de la tarde del día 21. También con los músicos de la banda municipal de Baní amenizaban las alegres alboradas que desde las 5:00 de la mañana del día 21 ponían de pie a la población y al acorde de alegres merengues y de La Nube Gris era el momento del jengibre, el café y hasta de las deseadas arepitas de burén, una tradición banileja que aun se conserva. Después en la noche del 21 se celebraba en el casino el tradicional baile de gala en donde todo el mundo se engalanaba, las mujeres lucían sus hermosos trajes largos acompañadas de sus caballeros impecablemente vestidos.

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