Todo parece indicar que este pueblo no tiene dolientes en las altas instancias del Gobierno, ya sea en el Congreso Nacional, los Tribunales Superiores o el Poder Ejecutivo.

No se trata de criticar por criticar, que buenas razones no faltan, sino de la actitud permanente de afectar a quienes pagamos impuestos para que los gobernantes disfruten con los ingresos fiscales.

Encima de los múltiples problemas que enfrentamos el Gobierno se propone aumentar de 8 a 11 por ciento la tasa del ITBIS que pagan la mantequilla, margarina, azúcar, café, queso, aceite de cocinar, yogur y cacao en polvo. Asimismo aumentarán en un 5 por ciento las bebidas alcohólicas y las cervezas.

Ahí no para el nuevo golpe en el cuello que se proponen propinar a la economía popular.

En 1965 observé, en San José de Costa Rica, que no había carros “del año”, que los taxis eran vehículos pequeños, que el sistema colectivo interprovincial, en las cercanías de la capital, se realizaba con vehículos de 12 pasajeros, pero el Colón, unidad monetaria nacional de Tiquicia, tenía una fuerza que fue perdiendo en la medida en que ingresaban al país automóviles de último modelo y de lujo.

Debido al desorden que mantienen los gobiernos en el sector transporte, especialmente en el movimiento citadino e interurbano de pasajeros, el desperdicio en divisas que tenemos hoy se ve en la cantidad de vehículos, de todo tipo, estacionados a ambos lados de las calles o avenidas, entre las 8:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde.

Como también nos hacen pagar las faltas en los servicios básicos forzosamente miles de familias tienen que comprar vehículos para llevar los hijos a las escuelas y universidades y dejarlos estacionados en las cercanías de las oficinas donde trabajan los padres.

A este Gobierno también se le ocurre crear un nuevo impuesto anual por circulación de uno por ciento (1%) del valor del vehículo.

Como si eso fuera poco el Gobierno también multa a pequeños empresarios con un nuevo impuesto de 12 mil pesos si realizan compras superiores a los 50 mil pesos mensuales.

Me preocupa que en el Gobierno haya gente que olvidó, o peor si no lo saben, que fue un aumento en el precio del pan la gota que derramó el vaso y produjo la revolución francesa, que un impuesto a la exportación del té, produjo la independencia norteamericana.

¿Acaso piensa el Presidente Danilo Medina que es eterna la luna de miel entre el pueblo adormecido con promesas incumplidas y su Gobierno?

Presidente, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Aquí tenemos la experiencia de la camarona que le armaron al Gobierno de Salvador Jorge Blanco.

Los pueblos soportan hasta que día, el menos pensado… estallan