Este año, la Organización Mundial de la Salud –OMS- a solicitud del Pneumoccocal Awarness Council of Experts –PACE-, ha decidido designar el día dos de noviembre de cada año, como el Día Mundial contra la Neumonía. El objetivo es llamar la atención de los pueblos y gobiernos de todo el mundo a prevenir esta enfermedad infecciosa.

 La neumonía lidera la causa de muerte en niños a nivel mundial, con más de 4 millones de muertes y varios millones de enfermos. Los grupos de edad más afectados son los menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años. Por cada niño que muere de neumonía en un país desarrollado, más de 2 mil mueren en los países en vías de desarrollo. Por lo tanto, el control de la neumonía es esencial para cumplir con el compromiso del milenio suscrito por los gobiernos de los países de reducir  la mortalidad infantil en dos terceras partes para el año 2015.

Múltiples estudios han establecido que más del 60% de las neumonías son producidas por una bacteria llamada neumococo, que además es la causa número uno de meningitis bacteriana y otitis media aguda. Además de producir infección generalizada o septicemia.

Afortunadamente, a partir del año 2000 existe la disponibilidad de prevenir estas enfermedades causadas por el neumococo a través de vacunas conjugadas que, en los países donde se están aplicando de manera regular, prácticamente se ha eliminado esta problemática y se ha reducido significativamente la mortalidad.

 República Dominicana no escapa a esta realidad, para tener una idea de la gran problemática de la neumonía en nuestro país, podemos citar que en el hospital infantil Dr. Robert Reid Cabral de la ciudad capital, para el año 2008 se internaron mil doscientos niños debido a esta causa.

Además en ese mismo hospital, se internan anualmente alrededor de ochenta casos de meningitis a neumococo con una mortalidad de 40% y aquellos que sobreviven quedan con severas secuelas neurológicas.

Por otro lado, la alta frecuencia de la enfermedad neumocóccica en el país, lleva a utilizar gran cantidad de antibióticos que a su vez inducen al neumococo a hacerse resistentes a varios de ellos, teniendo entonces que utilizar antibióticos más complejos, y por lo tanto más caros.

Desafortunadamente la prevención contra el neumococo en nuestro país aún no se contempla y tenemos que iniciar toda una movilización de concienciar a la sociedad y a las autoridades de salud, para la introducción de alguna de estas vacunas en el Programa Ampliado de Inmunizaciones -PAI-

La introducción  de una nueva vacuna en el país históricamente se retrasa de 15 a 17 años, a partir de su disponibilidad en el mercado.   Esta experiencia la  hemos vivido en el pasado reciente con la vacuna contra la rubéola y contra el  Haemophilus influenzae b.

En relación a las vacunas conjugadas contra el neumococo ya llevamos 10 años de atraso en relación a otros países.

Esperamos que las actuales autoridades de salud convenzan a los hacedores del presupuesto de la Nación a que inviertan más en salud para poderle ofrecer una mejor calidad de vida a nuestra población.