La recopilación de frases empleadas en el habla local constituye un reto asumido por la Academia Dominicana de la Lengua (ADL), cumplido recientemente bajo el mandato de una figura excepcional, emprendedor, lingüista, maestro, gran investigador, animador cultural y otras cualidades que enaltecen su personalidad y sus quehaceres, para la excelsitud de la cultura de las letras en el país: doctor Bruno Rosario Candelier, gloria que traspasa los linderos de la República Dominicana y trasciende los mares.
El “Diccionario fraseológico del español dominicano” (DIFRADO), puesto en circulación recientemente en el salón de actos de la Casa de las Academias; que comparten en la Zona Colonial de esta ciudad las instituciones representativas de la Historia, de la Medicina y de la Lengua. Esta última es una entidad correspondiente de la Real Academia Española, radicada en Madrid, España. También fue presentada en la Universidad de Miami y en varias localidades. La honrosa aventura de dar cima al volumen de frases, dichos, adagios y otras expresiones contó con la principalía de Bruno Rosario Candelier, Irene Pérez Guerra, miembros de número de nuestra Corporación, y de Roberto Guzmán, miembro correspondiente, residente en Miami, quienes, además, integraron el equipo de redacción del “Diccionario”.
Valiosas colaborador/a/s en este empeño fueron Teresa Ayala, Lourdes Reyes, Mariela Guzmán, Mikenia Vargas, Perla Guerrero, Karla Tejeda, Rita Díaz, Inés Méndez, Valentina Flaquer. También Francisco Rosario. La revisión estuvo a cargo de Ruth J. Ruiz Pérez. Y fue impresa en la Editora Amigo del Hogar en marzo de este año 2016.
El volumen de la ADL consta de 586 páginas repletas de contenido lingüístico y miles de idiolexías localizadas, estudiadas, ilustradas y definidas con claridad y precisión.
Esta ingente labor se llevó a cabo con el patrocinio de la Fundación Guzmán-Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua.
El material contenido en el lexicón fue rastreado cuidadosamente en las áreas del lenguaje manifestado en la prensa, en el recurso de la expresión oral: la radio, la televisión, la cinematografía local, en desarrollo, y en cualquier contacto que permita el intercambio, en este orden, entre hablantes del español dominicano. También en el nivel de la lengua culta.
Es, por tanto, una valiosa recopilación de contenidos al alcance de toda persona o sector interesados en profundizar en nuestro vernáculo.
Allí nos podemos encontrar con frases como:
-Hacer mella. Locución adverbial. Ocasionar daño, disgusto o pérdida.
-Ser un sangrú. Frase popular. Ser odioso y antipático. Ser pesado en el trato…
-El que quiere moño bonito que aguante jalones. Adg.
-Ahí es que prende. Giro. Expresión para indicar aceptación y agrado.
Comentarios acerca de dos de estas frases:
a) Moño es en nuestra lengua cabellera o porción de pelo que se arrolla en la parte posterior de la cabeza, afirma el “Diccionario del español actual”, volumen II, de Manuel Seco y sus colaboradores. En el español dominicano, aquello del que “quiere moño bonito que aguante jalones”, nos parece estar en ruta, aunque lenta, de obsolescencia, puesto que el invento del “blower”, con alimentación del sistema eléctrico y el actual tratamiento del desrizado eliminan el peine de metal, calentado en anafes. Entonces se hablaba de pelo bueno y de pelo malo, lo que va pareciendo irrelevante en nuestro medio, principalmente las mujeres, no importa el mestizaje, lucen pelo bueno, con largas cabelleras, al grito de la moda. Y adiós al calificado pelo malo o a las /pasas/ del vecino, por asociación con uvas disecadas y sin semillas…
b) Nos relata una compañera de labores que, durante un enfrentamiento con su marido, él, enojado, le advirtió:
-Ahí es que prende…
Y que ella, altiva, le respondió:
-… Y no apaga, querido.
Realizaciones, hechos de habla que la fraseología nos abre caminos para conocer mejor la riqueza del lenguaje.
¡Enhorabuena, fraternos de la Academia Dominicana de la Lengua! ¡Adelante!