El dilema de la deflación divide a inversionistas de Estados Unidos

El dilema de la deflación divide a inversionistas de Estados Unidos

RICHARD MILNE
Los inversionistas están divididos entre los dos extremos. ¿Está E.U. guiando a una década de estancamiento al estilo japonés caracterizada por años de precios decadentes, o los cientos de billones de dólares que posiblemente sean bombeados a la economía por la Reserva Federal guiarán a lo opuesto: al aumento de la inflación?

Esa es la mayor pregunta sin respuesta en los mercados financieros. Recientemente la certeza de la acción de la Fed ha conducido al dólar a su nivel más bajo este año en contra del conjunto de divisas. Los rendimientos sobre la deuda gubernamental a corto plazo llegaron a bajas récord.

Los retornos fijos y la relativa seguridad de los bonos soberanos podrían hacerlos una atractiva propuesta en un mundo deflacionario. Pero las reservas en Wall Street y Europa también se están recuperando fuertemente, en un momento en que los precios de muchas materias primas están aumentando.

Si la deflación es inminente, no hay señal de esto en el comercio de acciones y de materias primas. De hecho, las acciones están aumentando por la creencia de que una gran dosis de alivio cuantitativo motivará a la banca a prestar y a mantener bajo el dólar, guiando a un mayor crecimiento. La Fed espera que eso conduzca al incremento de los precios.

Los inversionistas están bastante esquizofrénicos por el momento. Están preocupados sobre la deflación a corto plazo, pero también están igualmente preocupados sobre la inflación”, dice Keith Wade, jefe economista en Schroders, el gestor de fondo.

 “Esto significa que tendrán que cambiar los caballos el año próximo o el siguiente”

Algunos inversionistas calculan que los precios caerán de manera persistente, especialmente con la Fed determinada a dirigir a ese resultado. Pero, con el crecimiento económico todavía débil y la inflación central en menos de un 1% en E.U., la amenaza inmediata está suficientemente clara.

 “Los riesgos de deflación son probablemente más altos que los riesgos de inflación”, dice Richard Urwin, jefe de inversión en preceptos fiduciarios para BlackRock en Londres. “Mientras estamos en un ambiente de bajo crecimiento, estas preocupaciones de deflación no están desapareciendo fácilmente”.

Richard Batty, estratega en Standard Life Investments, dice: “Los riesgos con la inflación están todavía en el lado negativo, aunque actualmente hay una gran cantidad de riesgos desconocidos. La preocupación es que los bancos centrales, habiendo empleado los últimos 35 años en inventando políticas para combatir la inflación, enfrenten la perspectiva de deflación, de la cual tienen poca experiencia”.

Urwin dice, que el riesgo de deflación ya ha sido bien valorado en los mercados. Los rendimientos del punto de referencia de los bonos gubernamentales quedan cerca de bajas récord en Alemania y Reino Unido, y cerca de bajas multi-décadas en E.U.

Verdaderamente, estando en poco más de un 2%, los rendimientos a diez años en los tres países no están lejos del 1.5% promediado para la década pasada en Japón.

Los rendimientos sobre los bonos vinculados a la inflación están también cerca de bajas récord. Pero, si acaso recientemente la demanda de estos bonos ha sido más fuerte es debido a la protección que ellos proporcionan del aumento de precios. Las expectativas de inflación en E.U., medida por la diferencia entre los rendimientos de bonos de la Tesorería en efectivo y los de la deuda vinculada a la inflación, están en su nivel más alto desde junio.

El oro, que también tradicionalmente ha sido visto como una protección contra la inflación, ha llegado a un récord nominal. Un alto gestor de fondos de E.U. dice: “El oro está fijando nuevas alzas cada día. Esa es su protección contra la inflación. Y los bonos son su protección contra la deflación, y ellos se están fijando en bajas de 50 años. Algo tienen que dar.

Los inversionistas, sorpresivamente, están analizando la experiencia de las pasadas dos décadas de Japón, pero más allá de la opinión que es ampliamente sostenida, que los decadentes precios son positivos para los bonos gubernamentales y negativos para las acciones, ellos se preocupan de leer bastante sobre la “década perdida” del país. “Yo estoy escéptico de que Japón sea un criterio útil. Las razones de Japón fueron específicas”, dice Urwin.

Algunos aún dudan que un periodo de deflación fuera tan catastrófico como algunos economistas han estado advirtiendo. “¿Se caerá el cielo si la deflación llegara a suceder? El sol todavía sale en Tokio”, dice un gestor de fondos.

Urwin dice que, en la deflación real, los precios no están sólo cayendo, sino que la gente los espera a que continúen cayendo. Es entonces que su comportamiento cambia: esperando los ahorros antes que el gasto, por ejemplo.

 “Hay ambientes que pueden sentirse deflacionarios, pero sin embargo sólo son periodos de desinflación”, él dice.

Todavía, ha surgido un número de estrategias para proteger contra la deflación. Schroders indica que una de ellas es invertir en la deuda del mercado emergente. Goldman Sachs apunta a proteger los fondos debido a su vivacidad.

Pero el problema principal para los inversionistas es que, como muchos son expertos en valorar la posibilidad de los hechos, es más difícil saltar rápidamente de un extremo a otro. Lo que puede ser una buena inversión para que la deflación pueda ser terrible para la inflación.

 “Hay una adivinanza en que el alivio cuantitativo está presionando los rendimientos en descenso pero el mercado piensa que esto guiará eventualmente a la inflación. Es un enigma en cuanto cómo eso será resuelto”, dice Johan Jooste, estratega de Merrill Lynch Wealth Management.

Es posible que los inversionistas quieran permanecer flexibles. Christian Hille, co-jefe del equipo de multi activos en DWS, gestor de los fondos más grandes de Alemania, dice: “Probablemente sea un 50-50 entre la deflación y la inflación”. Usted necesita jugar a muy corto plazo, no busque fondos para dos o tres años. Estamos en un ambiente de comercio”.

La cifra

35 Años.  Llevan   los bancos centrales inventando políticas para combatir la inflación, enfrenten la perspectiva de deflación, de la cual tienen poca experiencia, según Richard Batty, estratega en Standard Life Investments. “Los riesgos con la inflación están todavía en el lado negativo, aunque  hay una gran cantidad de riesgos desconocidos”, agrega.

Tribunal culpa al hombre, no a las máquinas, de manipular

Aquellos que temen que las computadoras estén en vías de dominar el mundo deben tomar en cuenta que las máquinas todavía necesitan la ley que las proteja de ser burladas por los humanos. Esa es la lección más intrascendente de la ideología de los dos comerciantes noruegos para manipular el mercado.

Lo que su convicción revela más importantemente es la inadaptación entre las leyes de abuso del mercado y las realidades de las finanzas.

Los emprendedores comerciantes, Svend Egil Larsen y Peder Veiby, independientemente descubrieron un patrón predecible en un algoritmo de comercio automatizado que Timber Hill, una unidad de correduría de E.U., usaba para varias reservas noruegas que se comerciaban ocasionalmente.

Cuando ellos colocaron la propuesta, el algoritmo completaría la orden y elevaría tanto su propuesta como el precio de oferta. Comprando progresivamente lotes más pequeños, los comerciantes guiaban los precios de Timber Hill en aumento antes de vender las acciones de regreso a ésta. Los dos comerciantes obtuvieron alrededor de £40,000 en cinco meses.

La opinión pública noruega se ha puesto de parte del lado humano del drama “hombre-versus-máquina”, pero la Corte del Distrito de Oslo se involucró fuertemente. Ésta los encontró culpables de manipulación del mercado y ordenó sostenidos términos de detención y la confiscación de los beneficios.

El resultado, basado en el abuso directo del mercado europeo, puede ser legalmente sondeado pero hace poco para servir al interés público. Para eso no hay ganancias, por el simple hecho de proteger los principios detrás de un algoritmo de tan impresionante estupidez. Nadie los forzó a comerciar de esta forma; verdaderamente el objetivo del comercio automatizado es encontrar y explotar patrones más eficientes que los de los anticuados humanos, que en esta ocasión les han ganado.

Para su crédito, la corte no argumentó tal protección. En cambio, ésta reclamó que los comercios dañaron el mercado en general dando engañosas señales sobre la demanda y el suministro, y causando que los precios se movieran a niveles artificiales.

En términos de la ley, esto puede ser correcto, pero los economistas están profundamente confundidos. En los mercados ilíquidos las comercializaciones por razones fundamentales son escasas y poco frecuentes. Aquí, el algoritmo y los comerciantes ascendieron a la mayor parte del suministro y la demanda que existían.

Zoom

Precio “natural” en el mercado

Insistir sobre un precio “natural” en los mercados ilíquidos guiaría a una penalización conjunta a razón del comercio diario y de los algoritmos. La corte también dijo que los comercios incrementaron la volatilidad. Eso es cierto, pero seguramente los programadores del robot que aumenta los precios indiscriminadamente en el momento en que alguien le compra, también son culpables de esta situación.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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