El Ejército ruso se debate entre la defensa de su frontera, que se ha mostrado muy vulnerable a las incursiones enemigas, y el avance en el Donbás, donde las unidades chechenas han reemplazado a los mercenarios del grupo Wagner.
La región de Bélgorod, el eslabón más débil de la frontera, ya que comparte 540 kilómetros con regiones ucranianas de Lugansk, Járkov y Sumy, ha sido objeto de ataques ininterrumpidos desde hace dos semanas, sin que aparentemente el Kremlin pueda hacer nada para evitarlo.
Mientras, Kiev dice que todo está listo para lanzar la contraofensiva, cuyo primer paso sería precisamente obligar a Rusia a retirar tropas de Ucrania con el fin de proteger su territorio.
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Bélgorod, primera linea
Bélgorod ya no es la retaguardia, sino la primera línea del frente. Su Gobernador, Viacheslav Gladkov, informa a los rusos y al resto del mundo desde su canal de Telegram sobre bombardeos diarios, que dejaron siete civiles muertos el viernes y el sábado. “Hagan caso a las autoridades y abandonen provisionalmente sus casas para conservar lo más importante, que es su vida y la de sus seres queridos”.
El funcionario explicó que su llamamiento no incumbe solo al distrito de Shebékino, el más castigado por los ataques de los últimos días, sino a todos los distritos que están siendo objeto de bombardeos. Gladkov, que estimó en más de 4 mil los civiles ya evacuados, anunció el sábado la urgente evacuación de 600 niños de las localidades fronterizas, mientras otros mil serán enviados a la anexionada península de Crimea.
El Gobernador y otros halcones en Rusia han llamado a las autoridades a tomarse en serio de una vez por todas la amenaza y crear una franja de seguridad de unos 40 kilómetros de ancho en la vecina Járkov.
Nueva incursión paramilitar rusa
Mediada la tarde, el Gobernador admitió una nueva incursión de un grupo saboteador enemigo, que habría desembocado en combates en la localidad de Nóvaya Tavolzhanka. “Espero que sean aniquilados. No puede ser de otra forma. Estos fascistas están matando civiles en Bélgorod todo los días (…), mutilan a niños y ancianos”, aseguró.
El Ministerio de Defensa ruso reconoció el intento del enemigo de penetrar de nuevo en Bélgorod a través de un río, pero la artillería se lo impidió. “El enemigo se dispersó y se retiró”, precisó el comunicado castrense.
Las dos anteriores incursiones, protagonizadas por el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia, fueron repelidas. “Seguimos aplastando al enemigo. ¡Rusia será libre!”, escribió el Telegram uno de los miembros de la legión, que aspira a crear una administración militar en Bélgorod.
Tras la toma de Bajmut, las tropas rusas se centran ahora en las afueras de Donetsk, capital de la región homónima, la zona más militarizada de todo el frente desde 2014. Los objetivos son Avdíivka y Márinka, donde la unidad especial chechena “Ajmat” estaría ejerciendo el papel de tropas de asalto que en Bajmut cumplieron wagneritas.