El dilema del Tribunal Superior Electoral

El dilema del Tribunal Superior Electoral

La imagen y credibilidad del Tribunal Superior Electoral quedó seriamente afectada en el proceso pasado, debido a que casi la totalidad de sus sentencias favorecieron un solo lado, a pesar de que el organismo colegiado sustentó legalmente muchas de esas controversiales resoluciones.
Algunos de los honorables miembros de esa institución gozan de nuestro particular aprecio y admiración. Tal es el caso de la Dra. Mabel Féliz, nativa del municipio de Cabral, provincia de Barahona, y emparentada con uno de los mejores legisladores que ha pasado por el Congreso Nacional, el fallecido diputado David Enrique Olivero Féliz, llamado el pico de oro, a quien profesamos eterna amistad y reconocimiento por sus dotes intelectuales y condición humana.
Sin embargo, por encima de esos merecidos afectos está la estabilidad del sistema de partidos en la República Dominicana y del propio sistema democrático. No es posible legitimar un acto de marras e irregular como el que dispuso la suspensión del Ing. Federico Antún Batlle como presidente del Partido Reformista Social Cristiano.
El Tribunal Superior Electoral que encabeza el Lic. Mariano Rodríguez y que integran los demás jueces, tiene que rechazar cualquier tipo de presión que busque violentar la institucionalidad del PRSC, porque de lo contrario esa institución quedaría nuevamente muy mal parada.
En política no se puede ser tan insaciable y los que le dieron una especie de golpe de estado a Quique Antún deben esperar su tiempo, porque la desesperación es mala consejera y el poder siempre es pasajero.
Pasarle factura a Quique sería una retaliación innecesaria que haría al final más daño que bien porque radicalizaría a los sectores de la oposición. Hay que tener presente que en política el enemigo de ayer puede convertirse en el aliado de hoy o de mañana.
El primer recurso contra el PRSC fue declarado inadmisible por el Tribunal Superior Electoral.

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