Robert De Niro protagonizó este miércoles un momento tenso en medio del tribunal que dirime la demanda mutua que lo enfrenta con su exasistente.
Graham Chase Robinson lo acusa de haber sido un jefe abusivo y degradante, y el actor, que contrademandó, compareció este martes para defender su posición.
En un momento, De Niro le gritó «¡qué vergüenza!» a Robinson en medio de la sala.
De Niro negó las acusaciones y dijo que «nunca fue abusivo», pero admitió que pudo haber llamado a su empleada «mocosa» cuando él faltó a una cita porque ella no lo despertó.
El actor de Toro Salvaje y Taxi Driver aceptó que la «reprendió» en esa ocasión y que se mostró «molesto» pero dijo que no fue abusivo.
En un testimonio en el que por momentos reflejó mal humor, De Niro desestimó las alegaciones de Robinson de que el tiempo que pasó trabajando para él fue de «servidumbre interminable».
«Ella da a entender que está de rodillas fregando el piso», dijo.
«Nunca hubo obscenidades, faltas de respeto ni cosas raras como estás tratando de dar a entender», dijo De Niro, antes de mirarla y exclamar: «¡Qué vergüenza, Chase Robinson!».
De Niro admitió que le había pedido que le rascara la espalda una o dos veces cuando le picaba en un lugar al que no podía llegar, pero dijo que nunca lo hizo faltándole el respeto.
Entre otras cosas, Robinson contó que el actor una vez le pidió que le llevara un martini del restaurante Nobu en un Uber a altas horas de la noche.
Cuando le preguntaron a De Niro si la había llamado dos veces para que le comprara un billete de autobús a su hijo adolescente, el actor respondió: «¿Y?». Negó saber que ella estaba en el funeral de un familiar en ese momento.
Tareas «estereotípicamente femeninas»
Robinson se convirtió en asistente del actor en 2008, antes de ser ascendida a vicepresidenta de producción y finanzas de su empresa Canal Productions.
Se fue en 2019 y demandó al dos veces ganador del Oscar por US$12 millones.
Robinson afirma que le pagó mal porque es mujer, que hizo comentarios sexistas y que le asignó tareas «estereotípicamente femeninas» como remendar y lavar su ropa.
De Niro dijo al tribunal que las acusaciones son «una tontería».
Y contrademandó a Robinson por $US6 millones, acusándola de transferir indebidamente más de $US450.000 en millas aéreas a su cuenta personal, de gastar decenas de miles de dólares del dinero de la empresa en comida, viajes y otros servicios personales, y de ver Netflix en exceso en el trabajo.
Los abogados de Robinson han dicho que la demanda de De Niro está llena de «acusaciones falsas».
Se espera que el juicio en Nueva York dure dos semanas.
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