El dinero de Obama condena a financiamiento público

El dinero de Obama condena a financiamiento público

Washington, (AP).- Cuando Barack Obama rompió su compromiso de utilizar dinero público para las elecciones presidenciales los analistas de campaña y los diarios se escandalizaron.

Todos esperaban que el candidato presidencial demócrata ayudara a salvar un sistema de financiamiento de campañas ineficaz. En cambio, creó uno completamente nuevo y sentenció a muerte al sistema actual de fondos públicos.

La campaña del demócrata anunció el domingo que había recaudado más de 150 millones de dólares tan sólo en el mes de septiembre, un promedio de cinco millones de dólares diarios que habría sido inimaginable antes.

Su rival republicano, John McCain, que eligió participar en el sistema de financiamiento público se ha limitado a gastar sólo 84 millones de dólares en septiembre y octubre, según lo establece la ley.

La recaudación de Obama superará por mucho los 650 millones gastados en conjunto por las campañas del presidente George W. Bush y su oponente demócrata, John Kerry, en el 2004.

Al usar su nuevas herramientas de relaciones públicas para alcanzar legiones de pequeños donadores, Obama ya ha superado las expectativas de algunos especialistas en finanzas de campañas que hace dos años pronosticaron que ambos candidatos gastarían cada uno 500 millones de dólares aproximadamente.

La cifra extraordinaria validó la decisión de Obama, y también hizo que el sistema de financiamiento público creado tras los excesos de la época del escándalo Watergate pareciera completamente arcaico.

«La gente recordará el 2008 como el año en el que Barack Obama destruyó por completo el financiamiento público como lo conocemos hasta ahora», afirmó Todd Harris, un estratega republicano que trabajó en la campaña presidencial de McCain en el 2000. «Será muy difícil que en cuatro años cualquier candidato intente justificar que debe participar en el sistema de financiamiento público dadas las ventajas obvias que Obama logró al rechazarlo».

Pero aunque Obama ha reescrito las reglas de financiamiento de campañas con el uso que ha hecho de la tecnología y con su alcance personal, también ha aprovechado el cambio en el panorama político y social. Como resultado, según su campaña, cuenta con 3,1 millones de donadores de los cuales 600 mil se unieron sólo en el mes de septiembre.

Obama se acercó a la población a través de las páginas de internet de Facebook y MySpace, por correo electrónico y por mensajes de texto a los teléfonos celulares. Al realizar compras de los productos de Obama en la internet los simpatizantes se convertían en donadores, y lo mismo ocurría con aquellos que asistían a sus tumultuosos actos de campaña. Aquellos donadores, a su vez, eran impulsados a su vez a contribuir con más dinero.

«Ha creado un directorio de donadores que se puede comparar al directorio de donadores para un partido político nacional», afirmó Anthony Corrado, politólogo y experto en finanzas políticas en la Universidad Colby en Maine.

Los defensores del financiamiento público no están dispuestos a abandonar un sistema que depende de las contribuciones voluntarias que los contribuyentes hacen de sus devoluciones de impuestos cada año. Aunque Obama rompió su promesa de utilizar el dinero público si McCain lo hacía, quieren que cumpla su promesa de mejorar el sistema si se convierte en presidente.

«La pregunta para los demócratas es si elegirán continuar algo que no va en su ventaja inmediata», afirmó David Donnelly, director de Campaign Money Watch, una organización de vigilancia en las finanzas de campaña.

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