Tokio. El reputado cineasta nipón Yoji Yamada estrenará en diciembre de este año un filme sobre el drama del bombardeo atómico en la ciudad de Nagasaki (suroeste de Japón), del cual se cumple justamente el 70 aniversario este verano.
“Esta será mi octogésimo tercera película y estoy decidido a que sea la obra más importante de toda mi vida”, cuenta Yamada en declaraciones recogidas hoy por el diario Asahi sobre el largometraje, titulado “Haha to kuraseba” (“Si viviera con mi madre»).
“Los recuerdos de la guerra están desapareciendo rápidamente y esto me hace plantearme una vez más porque no insistimos más en recordar que Japón es el único país del mundo que ha sufrido bombardeos atómicos”, añadió durante esta entrevista concedida durante los últimos días de rodaje en Nagasaki.
La película, que incluye elementos fantásticos, gira entorno a una mujer cuyo hijo (interpretado por Kazunari Ninomiya, conocido miembro del grupo musical Arashi) fallece cuando la bomba cae sobre la ciudad en la mañana del 9 de agosto de 1945.
Tres años después el fantasma del muchacho retorna para revelar a su madre un importante secreto.
Con este filme, el director de “El ocaso del samurái” ha querido cumplir el sueño del desaparecido dramaturgo japonés Hisashi Inoue (1934-2010) de completar una trilogía sobre los tres lugares del país que más padecieron durante la II Guerra Mundial.
Estos tres epicentros de la tragedia son las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, ambas atacadas con bombas atómicas, y el archipiélago de Okinawa, donde se libró la batalla más cruenta del conflicto.
Inoue llegó a completar sendas obras teatrales sobre Okinawa y Hiroshima y sólo llegó a decidir el título de la tercera -“Haha to kuraseba»- antes de fallecer víctima de un cáncer de pulmón.
Antes de comenzar el rodaje, Yamada se empeñó en entrevistar a multitud de “hibakusha” -nombre que reciben los supervivientes de los ataques nucleares- de Nagasaki (algo que Inoue ya hizo para su obra ambientada en Hiroshima) en un intento de transmitir el clima emocional presente en la ciudad tras el bombardeo.
En este película el realizador cuenta con otro importante aliado para lanzar un poderoso mensaje sobre la atrocidad atómica; la reconocida actriz Sayuri Yoshinaga, que interpreta al personaje de la madre y es desde hace décadas uno de los rostros más reconocibles del activismo antinuclear en Japón.