Los que ganaron las primarias de los partidos políticos deben saber varias cosas. El discurso repetitivo y cargado de generalidades desgasta, no lleva a ninguna parte. Lo que corresponde ahora es hacer aportes en temas específicos que interesen al consumidor y productor. Por ejemplo, sobre los efectos de la recesión global que se anuncia. Con rigor deben abordar el ciclo, planteando políticas para prevenir situaciones que reduzcan el bienestar de los dominicanos.
Estamos en presencia de lo que desde ya se considera la tormenta perfecta, antesala de la recesión, me refiero a las políticas proteccionistas a gran escala Trump-Xi Jinping, a los gravámenes entre 10% y 25% que autorizo la OMC a Estados Unidos sobre productos importados desde la Unión Europea, a aranceles que Trump piensa crear para penalizar la importación de coches europeos y componentes, comenzando a final de octubre, al Brexit y al muy bajo crecimiento de las principales economías de la Europa del Euro.
No sería válido esperar que se produzca el sacudión profundo a la baja de las Bolsas Globales, la del pasado miércoles fue un aviso, que por lo general antecede una gran recesión, como en 1930 y 2008, y como resultado los inversores reclamen más rentabilidad para poner su dinero en nuestros activos públicos y privados de renta fija.
Es ahora cuando cobran valor ideas creativas de políticas públicas que tiendan a mejorar la sostenibilidad de la deuda, para nadie es secreto que por el volumen su servicio pesa como un block en el presupuesto y las finanzas públicas, y que debido a ello, se encuentran en situación de alta vulnerabilidad.
Que minimicen el costo de los nuevos endeudamientos internos y externos, recordando que en el Presupuesto Público 2020 se plantea gestionar RD$246,295.8.8 millones (US$4,696.5 millones), de los cuales RD$110,251.0 millones (US$2,058.46 millones) para financiar el déficit fiscal y RD$136,044.8 millones (US$2,540.05 millones) para refinanciar deudas que se vencen. Y que garanticen, es crucial, que no se frene la tendencia ascendente del PIB de los últimos años, con inflación baja y estable.
Ideas que consideren los síntomas, por ejemplo, el 30 de junio nuestra prima de riesgo o exceso de rentabilidad exigida para financiar un bono a 10 años emitido por el gobierno, comparado con el equivalente estadounidense, aumento 16 puntos básicos para colocarse en 334 puntos básicos (3.34 puntos porcentuales), aumentando la rentabilidad de bonos soberanos externos (RD21, RD(1)27, RD(2)27, RD28, RD44, RD450 y RD48) circulando en el mercado secundario.
Y que por incertidumbre electoralista consumidores y empresas pagaron una onerosa factura en términos de pérdida de producto, freno los datos de consumo e inversión, lo que combinado con la reducción del comercio internacional por las circunstancias externas mencionadas, modero a 4.7% el crecimiento interanual del PIB en el primer semestre del año, cifra que no se registraba desde 2017.
La previsión de crecimiento para 2019 sobre 5% nos mantiene firme como el primero entre los países de la región. No tengo duda, el mayor ritmo se alcanzará, me apoyo en el aumento de los préstamos privados en pesos como resultado de las facilidades monetarias del Banco Central desde final de junio. Pero ayuda el cambio de discurso entre los que ganaron las primarias ayer domingo.