El discurso del Presidente

El discurso del Presidente

El Presidente Danilo Medina rindió ayer ante el país cuentas de su ejercicio durante 2013, con un extenso discurso que reafirmó la prioridad de su administración de poner sus políticas al servicio de la gente. Fue notorio que aunque adelantó pactos sobre educación y electricidad, dejó al margen la eventual proximidad de algún desenlace en temas indiscutiblemente controversiales, como la modificación de la ley laboral, el estancado pacto fiscal, o esperadas decisiones en política minera.

En el contexto económico, el Presidente fue enfático en la decisión de enfrentar el problema eléctrico mediante una participación oficial activa en la generación de electricidad, una fórmula que abarataría los costos del servicio, haría al Estado cada vez menos dependiente de los generadores privados y allanaría el camino hacia un pacto. También exhibió satisfacción por los alcances y proyecciones de su política de apoyo a la producción agropecuaria, la pequeña empresa, zonas francas, competitividad industrial, generación de empleo y respaldo a las exportaciones. Citó la transparencia en la gestión pública como norte de su política económica.

Los avances de política social fueron ampliamente detallados. El Presidente puso énfasis en los logros en materia de educación, salud, protección de la familia, vivienda de interés social y mitigación de daños causados por la naturaleza. Aunque citó bajas en criminalidad, reducción de los feminicidios y otros avances, su tono no fue tan enfático cuando habló de lo hecho y por hacer en seguridad ciudadana, un problema social que, según admite el propio Presidente, no se resuelve de la noche a la mañana.

No pasa desapercibido el detalle de que aunque el Presidente Danilo Medina invocó los beneficios logrados por el país gracias a la firme posición oficial expuesta por él un día como ayer del 2013, en una reunión similar de las cámaras legislativas y con los mismos fines, para objetar el contrato con la Barrick Gold, en esta oportunidad dejó al margen de la rendición de cuentas consideraciones sobre políticas minera y ambiental que, según las expectativas de algunos, cabrían en el contexto de su discurso.

En fin de cuentas, el del Presidente Danilo Medina fue un discurso que guardó coherencia con las líneas de acción expuestas por él un año antes, en ese mismo salón y en una reunión conjunta de las cámaras legislativas para rendir cuentas sobre los pocos meses de ejercicio que había trillado desde el 16 de agosto de 2012.

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