El discurso político

El discurso político

SAMUEL SANTANA
Indiscutiblemente que no es la más adecuada la forma de hacer política que están usando los candidatos a la Presidencia de la República en este tramo histórico que vive el país.

Tanto los candidatos como los partidos políticos deben reflexionar sobre lo que le están ofreciendo al pueblo.

Los últimos meses del año pasado se consumieron mayormente en lo que fue el ataque aguerrido del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) contra la gestión del doctor Leonel Fernández Reyna por el famoso caso de la Sun Land.

Los perredeístas atacaron y requeteatacaron con el tema. Y cuando se creía que ya el mismo estaba en olvido y que se hablaría de otras cosas, volvían a tomar por los cabellos la mismas declaraciones y acusaciones.

Todavía a esta altura de juego se sigue hablando de lo mismo.

El candidato del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) es otro que no sólo se ha limitado a la repartición de papeletas por los barrios pobres, sino que en su discurso de oposición no le saca el guante a la administración Fernández.

Atacar a un gobierno y a un partido que dirige los destinos de un Estado es la forma más sencilla, fácil y menos trabajosa de hacer política y de tratar de conquistar el poder.

Basta sólo con observar las actuaciones para determinar dónde se obró mal para luego apuntar con el dedo y arremeter de manera inmisericorde.

Y siempre se tendrá de qué hablar porque es virtualmente imposible encontrar una gestión que no cometa errores y que haga cosas que no siempre agraden a la mayoría.

Haga usted un simple ejercicio de búsqueda de errores en cualquier gobierno y verá lo que ocurre, sin excepción de colores partidarios; todos han incurrido en lo mismo.

Con las gestiones del PRD ya hemos perdido la cuenta.

Cabría decir como Jesús, «el que esté libre de pecado, tire la primera piedra».

De modo que las acusaciones contra errores cometidos por un gobierno no es la mejor carta de presentación de un candidato que busque el poder.

En su obra titulada «Desarrolle los líderes que están alrededor de usted», Josh Macdowel establece que el líder es alguien que es creativo e innovador.

Eso es lo que, precisamente, está faltando a nuestros dirigentes, especialmente a los de la oposición.

Uno quisiera verlos y escucharlos haciendo uso de un discurso descriptivo de las cosas positivas que se pueden hacer y que ellos podrían ejecutar a favor del desarrollo de la nación si llegan a tomar las riendas de la cosa pública.

El pueblo lo que necesita es que de manera concreta se plantee qué es lo que se haría superior a lo que se hace ahora con la tasa de desempleo, con el problema energético, con la salud, la educación, el transporte, el agua, la canasta familiar y la vivienda, entre otros aspectos de gran valía.

Pero esto requiere de creatividad, de pensamiento agudo, de planificación, de organización y de mucho estudio.

Es por eso que se prefiere transitar por el sendero fácil de la acusación, las diatribas y la ofensa personal, algo de muy mal gusto y, sobre todo, de poco aporte al desarrollo del país.

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