El disparate de la alegada “dictadura constitucional”

El disparate de la alegada “dictadura constitucional”

Así como hay en nuestro país numerosos medios dedicados a fiscalizar los asuntos públicos y a denunciar cada vez que quieren supuestos o reales escándalos, lo cual me parece excelente pues fortalece nuestra democracia, alguna parte de nuestra variopinta prensa debería quizás dedicarse a aplicar la misma vara a la oposición, y así como exige y demanda excelencia del gobierno, hacerlo también con quienes aspiran a suplantarlo.

La idea me vino al ver cómo cobra carta de ciudadanía en el debate público la absurda y descabellada noción de que en la República Dominicana el éxito político de Leonel Fernández equivale a que estemos encaminados hacia una supuesta “dictadura constitucional”.

La sugerencia debería causar risa, si no fuera propuesta con tanta seriedad.

La realidad política dominicana, a poco menos de 40 días de unas elecciones presidenciales en que los dos partidos mayoritarios lucen casi empatados, es todo lo contrario al ambiente de una alegada “dictadura constitucional”.

Programas de radio y televisión, medios digitales e impresos mantienen una campaña de fusilamiento moral de funcionarios del PLD que sería imposible bajo ninguna dictadura de cualquier tipo: al senador Félix Bautista, a quien no conozco y por quien no metería mi mano en candela, pero que tiene derecho al respeto de su nombre, esa prensa rabiosamente anti-gubernamental ya lo condenó como corrupto a la enésima potencia.

A la primera dama, candidata vicepresidencial del PLD, doña Margarita Cedeño de Fernández, primero trataron de acusarla de poseer cuentas multimillonarias en Europa y luego desmeritar su tesis de doctora en Derecho, que tiene casi 200 páginas y una bibliografía donde cita sus 18 fuentes. ¡Quisiera ver en Arabia Saudita, Burma, Corea del Norte, Cuba o Zimbabwe, que traten así a la primera dama, y la reacción de ésta sea acudir a los tribunales!

Un país que padeció a Lilís y a Trujillo, y que hoy tiene el lujo de un “locario” santiaguero – hermanito de un ministro – que despotrica contra el Presidente y su esposa por medios electrónicos sin que nadie le moleste, debería ponerle asunto cuando políticos dizque serios se atreven a decir que estamos o vamos rumbo a una dictadura constitucional.

Ojalá algún tremebundo arme un expediente y lo someta al Tribunal Constitucional, cuyo presidente es nada menos que don Milton Ray Guevara, perredeísta de larguísima data, cuya competencia y calidades seguramente satisfarán a los “enragés”.

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