El doctor Fernández y el nerviosismo de Wall Street

El doctor Fernández y el nerviosismo de Wall Street

La semana pasada la prensa local se hizo eco de informaciones que daban cuenta de la existencia de preocupación en los mercados financieros con respecto a la postura que habría de asumir un futuro gobierno del Dr. Leonel Fernández con relación a los compromisos que ha contraído el estado dominicano en dichos mercados. Tales informaciones son veraces.

Se podría asumir que el nerviosismo de Wall Street con respecto a un eventual gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene que ver con el hecho de que el Dr. Fernández se opuso de manera enérgica a la emisión de los bonos soberanos dominicanos. Sin embargo, ello no constituye la fuente principal de la manifiesta ansiedad de los inversionistas extranjeros. En verdad, las preocupaciones de los tenedores de deuda del estado dominicano en el exterior se derivan principalmente de otros dos factores.

El primero de ellos lo constituye la ausencia de información con relación al programa de gobierno que planea ejecutar el Dr. Fernández, especialmente en lo tocante al área que tiene que ver con la deuda externa. En verdad, es innegable que existe una carencia de información en lo que concierne a los planes que ha elaborado el PLD para enfrentar la aguda crisis que vive la economía dominicana. Sin embargo, Wall Street debe entender que tal situación no implica en lo absoluto que dichos planes no existen, o que ellos son contrarios a sus intereses.

Lo que ha acontecido es que, por un lado, en el ultimo año la coyuntura económica dominicana no ha cesado de variar de mes en mes, y en ocasiones de semana en semana. Fue apenas la semana pasada que se hizo público el programa de estabilización que el actual gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin el conocimiento del cual era imposible la preparación de una estrategia económica, y aún esta en proceso la discusión de un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos de América, el cual, de ser aprobado por el congreso norteamericano, se convertirá en un factor que habrá de demarcar de manera fundamental las alternativas de política disponibles para el gobierno del PLD.

Por el otro lado, es necesario que Wall Street comprenda la magnitud de la crisis política e institucional que vive el país y sus consecuencias. Los partidos políticos necesitan del concurso y de las opiniones de los agentes económicos claves a fin de elaborar sus programas de gobierno. Tal proceso no ha podido darse de manera adecuada en el ambiente político imperante en la República Dominicana, ya que la crisis política que ha generado el actual gobierno ha sido de tal gravedad que los cimientos de las instituciones sociales se han empezado a corroer de manera acelerada. Esto ultimo se ha convertido en una distracción de tal envergadura que ha entorpecido un debate apropiado sobre las alternativas de políticas económicas disponibles para el gobierno llamado a sustituir el actual. La preservación de las instituciones existentes se ha constituido en una tarea de tanta importancia que ha absorbido la mayor parte de la energía y la atención de todos los grupos sociales y de los partidos políticos, con excepción del partido en el poder, el cual ha sido precisamente el causante de la crisis que padece el país. La implementación exitosa de una política económica supone la existencia de estabilidad institucional, y esto último es lo que la sociedad dominicana ha estado tratando de preservar de manera desesperada en los dos últimos años y en medio de una crisis económica de dimensiones gigantescas.

El segundo factor que motiva la preocupación de los inversionistas extranjeros es el rumor de que existe una gran amistad entre el Dr. Fernández y el presidente venezolano Hugo Chávez, razón por la cual el primero podría estar inclinado a adoptar en el plano internacional posturas similares a las del segundo.

Aparte de una posible conexión entre este rumor y los opositores políticos del Dr. Fernández en la República Dominicana, especialmente aquellos que impulsaron y ejecutaron la emisión de los bonos soberanos, tal percepción tiene su origen en la falta de información sobre los planes del PLD a la que hacíamos mención mas arriba, y en el hecho de que Wall Street no ha tenido la oportunidad de conocer a fondo al Dr. Fernández, ya que el gobierno que encabezara en el periodo 1996 2000 no consideró necesario acudir a dicho mercado en procura de financiamiento.

Es conocido que el Dr. Fernández participó en un esfuerzo de mediación en la crisis política venezolana, pero ello fue hecho bajo la sombrilla del Insituto Carter y a solicitud de miembros de la clase dirigente venezolana, no como representante del presidente Chavez. Ciertamente, el Dr. Fernández y el presidente Chavez no son enemigos, ya que les toco ser jefes de estado de sus respectivas naciones al mismo tiempo, pero el récord del Dr. Fernández cuando le tocó ejercer la presidencia no valida en absoluto la hipótesis de que Chavez le haya «contagiado», y que por ello él este tentado a asumir posiciones similares a las del presidente Chavez con respecto a los mercados financieros internacionales.

Por el contrario, el Dr. Fernández es considerado en República Dominicana como un abanderado de las reformas y de la globalización, y bajo su gobierno se ejecutó el programa de privatización de las empresas del estado más ambicioso que ha conocido el país, todo lo cual le distancia de manera muy clara de las políticas que aboga el presidente Chavez. De hecho, el actual gobierno no ha dejado nunca de acusar al Dr. Fernández de ser un neoliberal convicto y confeso.

Es muy natural que Wall Street se inquiete ante la perspectiva de que un político que no le es conocido, y del cual ha escuchado rumores negativos, este a punto de asumir el poder en un país al cual sus inversionistas ha apostado. El nerviosismo con Lula antes de asumir la presidencia de Brasil era tan extraordinario que generó una salida de capital de tal magnitud que obligó al banco central brasileño a aumentar la tasa de interés para detener la hemorragia. Sin embargo, antes de tomar el poder Lula envió miembros de su futuro equipo económico a explicar a Wall Street cuáles eran sus intenciones y las aguas volvieron a su nivel. Una acción similar debe realizar el Dr. Fernández a fin de eliminar las dudas que sobre su eventual gobierno alberguen los inversionistas extranjeros.

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