Un médico de la región neoyorquina de Long Island que pasaba consulta en su automóvil fue acusado de homicidio en segundo grado de cinco personas que fallecieron entre 2016 y 2018 como consecuencia de recetas médicas que facilitó, informaron este jueves los medios locales.
George Blatti, de 75 años, compareció ante un tribunal este jueves tras presentarse cinco cargos de homicidio en segundo grado y 11 de imprudencia temeraria. Las acusaciones se derivan de una investigación a varios casos de sobredosis en agosto de 2018, algunos de los cuales desembocaron en el fallecimiento de las personas, según la fiscal del distrito Madeline Sigas, que reveló que varios de los pacientes tenían en su poder un desorbitado número de recetas de medicamentos opiáceos en su poder firmados por Blatti.
El acusado, doctor en medicina general que consiguió su licencia en 1976, no se había especializado en control del dolor, según la fiscalía. Durante un periodo de tiempo, trabajaba desde una oficina improvisada en una tienda de la localidad de Franklin Square que anteriormente había pertenecido a una cadena de productos de electrónica, y que conservaba los carteles de ese negocio.
Fue en esa oficina en la que supuestamente se reunía con clientes hasta 2019, según los datos de la acusación formal, y después de no tener acceso a ese espacio, los empezó a recibir en su vehículo, donde prescribía medicamentos sin examinar a los pacientes desde el aparcamiento de un hotel en el que vivía.
La fiscalía señala que los pacientes, que estaban enganchados a los opiáceos, acudían a Blatti para solicitar estos medicamentos altamente adictivos, y pese a no contar con su historial médico, recetaba las sustancias y facturaba a los seguros médicos de estas personas. Blatti, que fue arrestado el 18 de abril de 2019, supuestamente esquivó el sistema electrónico de prescripciones del estado de Nueva York al usar sólo documentos físicos.
“El bloc de prescripciones de este doctor era tan letal como cualquier arma homicida”, dijo la fiscal Sigas. “Alegamos que el doctor Blatti mostró una indiferencia depravada por la vida humana, desconsideración por la ley, sus obligaciones éticas, y las peticiones de los pacientes y sus familiares”, agregó la abogada, que subrayó que “prescribió cantidades enormes de drogas peligrosas a víctimas que estaban sumidos en una adicción, matando finalmente a cinco pacientes».
“Mientras seguimos luchando contra la epidemia de los opiáceos que ha destruido nuestras comunidades, esta acusación lanza un poderoso mensaje a cualquier doctor que quiera sacar provecho de la adicción de sus vulnerables pacientes”, afirmó.
Según cifras de las autoridades de EE.UU., al menos 400.000 personas han muerto en el país desde 1999 por sobredosis con opiáceos legales e ilegales.