Nueva York, Agencias.- Si bien el billete verde debió resistir los embates de un 2007 turbulento, la suerte podría depararle un año nuevo más calmado, según la opinión de los analistas.

Aunque se espera que en los próximos meses el dólar pueda seguir depreciándose, algunos canalistas consideran que luego podría producirse una recuperación de la moneda estadounidense hasta cerrar el año entre 1,30 y 1,35 por euro.

El declive del dólar comenzó el pasado verano, cuando se hicieron patentes las primeras consecuencias de la crisis originada en el sector inmobiliario norteamericano.

Depreciaciones históricas y el hundimiento con respecto al euro hicieron saltar las alarmas en otoño, y enseguida comenzaron los rumores sobre una recesión.

La Fed -como se conoce a la Reserva Federal de EE.UU.- empezó a recortar las tasas de interés aunque sin apenas efecto en la escalada a máximos de la divisa europea frente a la estadounidense. Así, en noviembre, un euro se cambiaba por 1,4858 dólares.

A pesar de que recobró terreno en diciembre, todavía cayó un 8% con respecto a la moneda comunitaria en el balance general del año, lo que hizo que mucha gente se preguntara si los verdes podrán defender su título de moneda más importante del mundo durante el presente ejercicio.

¿Lo peor ya pasó?

No obstante, ahora son muchos los analistas de los mercados financieros internacionales que creen que lo peor ya habría pasado. «Muchas malas noticias se le achacan al dólar. Pero quizá las sacudidas provengan ahora de otros lugares, como por ejemplo del Banco Central Europeo o el Banco de Inglaterra», afirma David Bloom, jefe de estrategia monetaria del HSBC en Londres.

Bloom espera que los inversores se den cuenta de que el dólar está ahora relativamente bajo. Eso podría generar un rebote que permitiría a la moneda estadounidense cerrar este 2008 cambiándose a 1,35 unidades por euro.

El jefe de estrategia monetaria de Rabobank, Jeremy Stretch, también cree que después del castigo de comienzos de año, el dólar podría empezar a recuperarse.

Según Stretch, el dólar podría caer hasta cambiarse por 1,50 frente al euro en los próximos meses, bajo los efectos del pánico que existe ante una posible recesión. Pero espera que para fin de año se haya recuperado, hasta los 1,30 dólares por euro. «El euro está fuertemente sobrevalorado, y veremos a las economías europeas en baja este año», ha explicado Stretch.

Alivio empresarial

Un cambio de tendencia para el dólar supondrá un gran alivio para las compañías que exportan a EE UU. Louis Gallois, director de la empresa madre de Airbus, EADS, ha descrito al dólar como el dolor de cabeza de su corporación, y está considerando trasladar las plantas de fabricación de las aeronaves fuera del viejo continente.

Asimismo, el grupo británico Rolls Royce padece jaquecas similares. Como Airbus, la mayoría de las ventas de Rolls Royce se facturan en dólares, pero sus fábricas de ensamble se ubican en el Reino Unido. De forma que un dólar bajo reduce las ganancias y ha sido la causa principal para poner en marcha un plan con el objetivo de trasladar una de las plantas.

En guerra con China

El problema político más grande relacionado con el cambio de la divisa no lo ha provocado, paradójicamente, la debilidad del dólar, sino su fortaleza en relación al yuan chino. En este sentido, los políticos estadounidenses acusaron a las autoridades chinas de mantener deliberadamente baja la moneda, lo que les da a los fabricantes del país asiático una ventaja considerable en el mercado internacional y provoca pérdidas de empleo en EE UU.

Los numerosos viajes de dignatarios estadounidenses realizados a Pekín así como las críticas a los gritos en el Congreso, apenas consiguieron una apreciación mínima del renminbi. Relacionado con este conflicto, los candidatos a la Casa Blanca han utilizado la expresión de «juego sucio».

Algunos de ellos, incluyendo al demócrata John Edwards y el republicano Mike Huckabee, han abogado por una mayor protección a los empleos estadounidenses frente a la competencia transpacífica.

Mientras continúa la batalla contra la moneda china, los turistas estadounidenses que visiten Londres en 2008 podrían sentir un poco de alivio. De este lado El jefe de estrategia monetaria del Banco de Nueva York Mellon, Simon Derrick, ha afirmado que las buenas perspectivas que se ciernen sobre el dólar no aparecen en el caso de la libra esterlina.