El dólar estadounidense rompió este martes un nuevo récord en Brasil, el segundo consecutivo, pero la escalada del billete verde frente al real brasileño no ha intimidado al Gobierno de Jair Bolsonaro, que ha quitado hierro a una depreciación de su moneda del 8,5 % en lo que va de año.
La moneda estadounidense avanzó este martes un 0,63 % y terminó la jornada vendida a 4,238 reales para la compra y 4,239 reales para la venta en el tipo de cambio comercial, el mayor valor de la historia, presionado por una serie de factores externos e internos.
Según analistas del mercado financiero, sobre la fuerte apreciación del dólar han influido tres factores fundamentales- la incertidumbre sobre el rumbo de la economía mundial, el empeoramiento del déficit de Brasil con el exterior y, principalmente, la caída de la tasa básica de interés.
El Banco Central brasileño redujo el pasado mes los intereses hasta el 5,0 %, la menor tasa Selic desde que fue creada como referencia en 1986 y casi la tercera parte del 14,25 % en que llegó a estar a mediados de 2016, cuando la economía brasileña estaba en plena recesión.
Con la reducción de los intereses a mínimos históricos en Brasil, la mayor economía de Suramérica deja de ofrecer retornos elevados para el capital internacional, que migra a otros mercados más atractivos.
“Cuando los intereses caen, el inversor sale de la renta fija y tiene que vender el real y comprar el dólar”, explicó a Efe Pedro Galdi, analista de la gestora de activos Mirae Asset.
Con el real en su mínimo histórico, el Banco Central brasileño se vio obligado a reforzar la intervención en el mercado de cambio, lo que ayudó a contener la apreciación del dólar, que llegó a alcanzar los 4,27 reales durante el día, el máximo intradiario.
EL GOBIERNO BRASILEÑO ADVIERTE- “ES BUENO ACOSTUMBRARSE»
Desde Washington, el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, aseguró no estar preocupado con un dólar en máximos históricos, subrayó que es “absolutamente comprensible” y advirtió que es “bueno ir acostumbrándose por un buen tiempo».
“No estoy preocupado por el alza del dólar”, señaló Guedes, un economista formado en la cuna del liberalismo más ortodoxo, la Universidad de Chicago.
“Por el contrario, creo que es absolutamente comprensible. El interés bajó, está en el 5 %. Cuando hay una política fiscal más fuerte y el interés es más bajo, el cambio de equilibrio es más alto”, agregó.
En ese contexto, el gurú económico de Bolsonaro señaló que “es bueno acostumbrarse con el cambio más alto y el interés más bajo por un buen tiempo”, unas declaraciones que según algunos analistas alentaron a la venta de la moneda brasileña.
Guedes, artífice de la impopular reforma de las pensiones aprobada el pasado mes de octubre en Brasil, fue más allá en su declaración y advirtió que el Gobierno suspenderá temporalmente nuevas reformas ante el temor de protestas como las que se han expandido por diversos países de Latinoamérica.
El ministro ultraliberal llegó a aludir, en un comentario del que luego se retractó, a una serie de medidas represivas impuestas por el régimen militar que imperó en Brasil entre 1964 y 1985, al criticar los llamados del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para salir a las calles contra el Gobierno Bolsonaro, que hasta ahora no han encontrado ningún eco.
“No se asusten si alguien pide el AI-5”, sentenció el ministro, en referencia a las siglas del llamado Acto Institucional 5, un paquete de medidas antidemocráticas aplicado en 1968 por el régimen militar y mediante el cual aumentó la represión.
Su declaración generó una fuerte polémica en Brasil y el presidente de la Cámara de los Diputados, Rodrigo Maia, afirmó que ese tipo de comentarios genera una “inseguridad en la sociedad y principalmente en los inversores».
LAS EXPORTACIONES, BENEFICIADAS EN LA TEORÍA, PERO NO EN LA PRÁCTICA
El real brasileño fue la cuarta divisa que más perdió valor con respecto al dólar en noviembre, según un sondeo de la agencia calificadora de riesgos Austin Rating, que considera las variaciones de 122 monedas del mundo.
En la teoría, esa depreciación de la moneda brasileña debería ser positiva para las exportaciones brasileñas, pero no lo ha sido en la práctica debido a su elevada impredictibilidad, según explicó a Efe el presidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB), José Augusto de Castro.
“No es una tasa de cambio que genera confianza para las empresas, porque hay mucha volatilidad. Puedo embarcar hoy y recibir de aquí seis meses, sin saber lo que voy a recibir”, resaltó el máximo representante de AEB.