Rebuscando en periódicos viejos, nos encontramos con un titular del matutino HOY que dice: “Cámara de Cuentas descubre acciones dolosas en CORDE”. Muy bien… ¿Pero? Desde hace mucho tiempo, los casos ocurren en la República Dominicana y los robos, los dolos, las indelicadezas, los fraudes contra los bienes públicos solo se quedan en denuncias.
La población dominicana cansada de ver cómo personajillos que llegan a puestos públicos sin un centavo en los bolsillos, al poco tiempo de su ejercicio como funcionario, exhiben grandes fortunas, como si se hubiesen sacado los premios de la Loto en varias ocasiones.
Ahora ocupan la atención del caso Odebrecht, la compra de los aviones Súper Tucano, OISOE, la venta de los terrenos del barrio Los Tres Brazos, el CEA, entre otros sonados casos.
¿Y qué han tenido que hacer organizaciones de la sociedad civil y comunitarias? Pues, inventarse el Movimiento Verde que ha generado expectativas, buscando torcer el brazo de la justicia y que de una vez y por todas se acabe la corrupción y la impunidad.
Porque señores, ningún país del mundo podrá subsistir; podrá durar mucho tiempo sin que se arme un gran desorden de persistir y seguir ocurriendo los hechos que pasan aquí, y no ocurrir nada. Solo denuncias de hechos dolosos y nunca se llega a consecuencias.
¡Ah!, que la costumbre hace ley. Dicen algunos conformistas. Pero ¿hasta cuándo podremos seguir así, cada cual haciendo lo que le viene en gana?
Las demostraciones del Movimiento Verde llaman a reflexión a nuestras “autoridades”. Éstas no reflexionan. Siguen envalentonadas, desconociendo sus errores, queriendo hacer ver que todo está bien, aquí no pasa nada. Juegan al olvido, pero esta vez parece la población está dispuesta a no olvidar.