¡Ay, qué dolor de espalda! Es una expresión muy frecuente en la población. Sin embargo, esto no suele ser motivo de alerta o preocupación de que se podría estar ante una enfermedad catastrófica.
El dolor de espalda es tal vez uno de los más comunes, y poco tomados en cuenta, ya que suele atribuirse la mayoría de los casos a simples malas posiciones al sentarse, al acostarse, estrés,…
Con la intención de tener una opinión de un experto, y partiendo de que esta dolencia podría estar intrínsecamente relacionada con problemas cerebrales y nerviosos, consultamos al neurólogo José A. Silié Ruiz.
¿Por qué hay que tomar en cuenta el dolor de espalda? A esta interrogante el doctor Silié Ruiz precisa en primer lugar, que siempre que haya un dolor de espalda muy severo -molestia irresistible-, o que este perdure por muchos días.
Añade, asimismo, el neurólogo, quien a propósito, participó recientemente en el 4to. Foro Latinoamericano del Dolor celebrado en México, que también debe acudirse al médico cuando el dolor de espalda se irradia, o se extiende a uno o ambas piernas.
Continúa el especialista, que otra alerta que debe indicar a una persona que debe tomar en cuenta el dolor de espalda es cuando este le impide la realización de sus labores normales, cuando ese dolor se acompaña además de signos, tales como: incontinencias urinaria y fecal, cuando el dolor no cede, así se esté suministrando algún tipo de analgésicos simples.
El porqué del dolor de espalda. Dijo a ¡Vivir! el doctor Silié Ruiz, que las causas son variadas, pueden darse desde por espasmos musculares y hernias discales, hasta por infecciones urinarias y de los órganos reproductores.
Otras causas. Añade Silié Ruiz, que otra de las causas de los dolores de espaldas es por la presencia de osteofiotos en la columna (excrecencias óseas, hiperostosis en sitio de anclaje; protuberancias óseas no maduras en las vértebras con forma de espuelas, etc). “El dolor de espalda ocurre también por las malas posturas al dormir y levantar pesos. Infecciones virales como el Herpes Zóster ‘culebrilla’, añade el reconocido neurólogo.
Consecuencias desencadenantes. Asegura el doctor que estas varían, ya que van desde la interrupción de las actividades normales de la vida diaria de una persona, hasta a convertirse en la expresión de una metástasis cancerígena.
Agrega también, que podría desencadenar en una enfermedad ósea como el Paget o la osteomielitis. Traumas con aplastamiento vertebral, etc.
Recomienda el neurólogo, que ante el dolor, lo primero es determinar la causa, que por lo general tiene que ver con espasmos o hernias muy discretas por su tamaño y expresión clínica, las que se podrían solucionar con medidas no quirúrgicas. En cuanto al tratamiento, dice que lo correcto es la combinación de complejo B, un analgésico potente, un neuromodulador, y un sedante suave ocasionalmente.