Por una cortesía de la Universidad de Barcelona y los Laboratorios Ferrer de España, participamos en la Jornada de Dolor Neuropático y Electrofisiología en el Hospital Universitario de Bellvitge. La ciudad de Barcelona tiene para mí un encanto especial, es envolvente, en ella se puede presentir la cultura, el arte, donde en cada esquina uno se encuentra con genialidades, con uno de mis poetas preferidos Miguel Hernández (el de Orihuela), Unamuno, Gaudí, Picasso, Dalí, Miró, hasta con Serrat.Si pudiera yo en los rápidos trazos de este «conversatorio» abocetar sus encantos y describir o señorear el conjunto fascinador de esta hermosa novia del Mediterráneo, sería una necedad y peor, un atrevimiento nuestro.
La bella novia del Mediterráneo es llamada Ciudad Condal, este nombre se debe a su condición de condado en el siglo IX. El primer conde de Barcelona se llamaba Berá, gobernó desde el año 801 hasta el 820 y era familia del emperador Carlo Magno. Para aquel entonces Barcelona formaba parte del Imperio carolingio y era conocida como Ciudad Condal, seis condes la gobernaron. La primera fotografía hecha en España se hizo en Barcelona, el primer ferrocarril que circuló en la península Ibérica se inauguró en octubre del 1848, en Barcelona.
La experiencia sobre la actividad del dolor fue muy ilustrativa y práctica. Bien sabemos que la razón principal del médico es aliviar o eliminar el dolor. En este campo se hacen cada vez avances en la calidad de los fármacos que utilizamos con mayor eficacia y menos efectos secundarios. El dolor agudo, el que se produce por ejemplo después de un golpe en la rodilla o una muela que molesta, etc. Pero el dolor crónico es diferente, es el que persiste por más de seis meses y que abarca factores complejos tanto físicos como psicológicos y representa un reto terapéutico, pues el 20% de la población de los países desarrollados sufre de esos dolores crónicos. Para los dolores simples usamos los antiinflamatorios no esteroides (AINES), como la aspirina y el ibuprofeno. Pero lo importante es cuando estamos ante un dolor de larga data y gran severidad donde nos vemos en la obligación de combinar derivados opiáceos con medicamentos llamados coadyuvantes o neuromoduladores como: antiepilépticos, antidepresivos, etc. En el simposio, se recomendó el uso del Núcleo CMP en ambas formas de dolor.
Los opiáceos son buenos y potentes analgésicos, pero generan adicción y otros efectos secundarios. Solo en el 2016 el abuso de sustancias como la codeína y la morfina segó la vida de 60,000 estadounidenses, el cantante Prince entre ellos. Sin embargo, aún siguen siendo necesarios para paliar el dolor en casos de cánceres, por ejemplo. Es decir que su uso con adecuada prescripción y controles estrictos sigue siendo necesario. Ante esta realidad se buscan alternativas con menos efectos secundarios, se hacen avances en la genética, investigadoresde Cambridge han determinado enratonesque si se «apaga» el gen FAAAH, se reduce la sensación del dolor. Otros avances se hacen en la ontogénica. Un campo que ha tomado auge en la lucha contra el dolor es el uso de la marihuana, el cannabis y su compuesto más conocido el THC, se ha planteado como reductor del dolor crónico, pero esto merece todo un «conversatorio». Cuando usted mi amable lector esté leyendo estas líneas estaré en Quito, Ecuador, dictando una conferencia en la Universidad San Francisco de Quito.