Fuimos invitados a la ciudad de Lima, en Perú por los Laboratorios Ferrer de España, a la “IV Jornada Sudamericana de Neuropatías Dolorosas”, celebrado dicho evento en el hotel Atton (San Isidro. En el mismo participamos con nuestras propias vivencias en la actividad. Unas experiencias muy enriquecedoras fueron las investigaciones presentadas del Núcleo CMP forrte, que como medicación del complejo B, se ha demostrado también con evidencias científicas de su acción como renegadora de la mielina, la membrana que cubre y protege los nervios. Este fármaco está compuesto por nucleótidos (proteínas) que aceleran la recuperación del nervio en el proceso neuropático, tal como lo demuestran trabajos del grupo de Barcelona con Matianez a la cabeza, comprobando que por una de las sustancia la N-cadherina se convierte en un agente para la regeneración celular en estas condiciones dolorosas. Esto lo convierte en una de las opciones terapéuticas de primera línea para el manejo del dolor neuropático. Esta discusión se convirtió en un punto neurálgico de este simposio médico y fue una experiencia rica de eso que los médicos exigimos “las evidencias” basadas en cosas comprobadas. En esta comunicación dominical con nuestros amables lectores y en especial con mis educados y distinguidos lectores que persiguen nuestras “conversaciones” dominicales, debemos “confesar” que las experiencias en la hermosa Lima fueron excepcionales y disfrutamos en la muy atractiva capital limeña, centro principal de lo que fue un esplendoroso virreinato español, donde en su casco antiguo quedan reminiscencias de los recintos barrocos de la nobleza criolla de la época, esa que bailaba en los salones el encopetado minué, el fandango, el vals y la vivaz jota aragonesa. El evento científico de muy alta categoría médica reunió a profesionales de la salud de toda América y de España. Revisamos el presente y el futuro de las neuropatías que cursan con dolor severo algunas y otras con debilidad muscular hasta la invalidez.
Las neuropatías son, en una definición sencilla, las inflamaciones de los nervios periféricos, las raíces del sistema nervioso alteradas, que producen algunas un dolor muy severo, y otras condiciones originan debilidades motoras en los músculos. Entre las variadas causas de las neuropatías periféricas están: Enfermedades endocrinas como la diabetes, enfermedades desmilinizantes (las que dañan las cubiertas conductoras de los nervios), virus, toxinas, deficiencias vitamínicas, compresiones mecánicas de los nervios, dolores de espalda crónicos. Pero lo grave es, que participa por igual el cerebro, donde se alteran los elementos centrales de los registros del dolor, esas que impiden y que intervienen en que el dolor se manifieste. Es decir que esas condiciones neuronales dañinas alteran los controles de la médula espinal, los del propio nervio periférico y el cerebro termina dislocado en las percepciones de las sensaciones dolorosas.
El futuro y lo que pasará en los próximos 30 años fue discutido en dicho evento. Se plantea que en los próximos años, se logrará el control del genotipo humano y se enfrentarán los cambios ambientales. Esto permite hacer la predicción de que la etiología dolorosa estará determinada por una fisiopatología más individual, las pruebas diagnósticas para valorar el dolor y los tratamientos serán mucho mejores. Nuevas drogas, más directas y efectivas en su accionar. Las técnicas que hoy usamos mejorarán tales como: la estimulación directa a las áreas cerebrales donde se percibe el dolor y se lograrán producir cambios dirigidos a la memoria excitatoria, así como la síntesis de proteínas como la MMP2, que ayudan a reponer la matriz de las neuronas. Es decir, que mañana lograremos el manejo individual del dolor, donde cada paciente por su genética y su fisiología individual recibirá un tratamiento particular, ese es el futuro de las neuropatías. De mi muy agradable experiencia sibarita con la exquisita cocina peruana ya reconocida, de mi encuentro simbólico en su monumento con Chabuca Granda (La flor de la canela) y de las finas atenciones recibidas en Lima del Doctor Rafael Julián, nuestro embajador en el país sudamericano, trataremos en otro “conversatorio”.