El dolor torácico: ¿qué puede ser?

El dolor torácico: ¿qué puede ser?

El dolor torácico es una de las causas más frecuentes de consulta médica, especialmente en servicios de urgencias. Es de especial importancia la pericia del clínico en la búsqueda e interpretación de los datos de la historia clínica y la exploración física para el caso de una valoración de dolor torácico.

En principio, aunque no se llegue a un diagnóstico definitivo, se deben excluir aquellas causas que supongan un riesgo vital a corto plazo. Esto es posible, en la mayoría de los casos, con una historia clínica y exploración física cuidadosas, apoyadas en unas exploraciones complementarias.

DEFINICION

Se considera como dolor torácico cualquier sensación dolorosa que ocurra en el tórax. El Dolor Torácico es un síntoma subjetivo, difícil de valorar en cantidad e intensidad. Es fundamental realizar una buena y detallada historia clínica recalcando las características del dolor, severidad, duración, recurrencia y los síntomas y signos acompañantes, así como las situaciones que lo alivian o desencadenan.

El dolor torácico por leve que sea, siempre debe ser estudiado, pues no siempre se correlaciona su intensidad con la gravedad del proceso que lo provoca. En la Tabla I se enumeran las principales afecciones capaces de provocar dolor torácico, clasificadas por su origen y señalando sus características.

CAUSAS

En muchos casos la causa del dolor quedará indeterminada, pues en algunas series sólo se encontró causa orgánica demostrada en el 11%, psicológica en el 6% y en el 83% no se pudo determinar la causa. Por otro lado, pueden coexistir más de una causa potencialmente responsable del Dolor Torácico.

Puede tener múltiples causas, que hacen difícil su valoración, debido a:

La causa que lo provoca puede ser relativamente benigna o mortal en minutos.
La inervación de las vísceras en las que se origina hace similares los síntomas debidos a procesos de orígenes muy distintos.
No hay una correlación fiable entre la importancia del dolor y la gravedad de la causa.
La evidencia de una causa no excluye la coexistencia de otra.
Los datos objetivos, como las alteraciones del ECG, pueden aparecer y desaparecer con el dolor.
Las pruebas complementarias disponibles inicialmente no suelen ser “definitivas”, por lo que el diagnóstico y tratamientos iniciales se basan en la anamnesis, (historia clínica).

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