El don de la gallina vieja

El don de la gallina vieja

La juventud es una etapa de la vida que muchos disfrutan, y de igual forma nunca quieren salir de ella. Pero para nadie es un secreto que la vieja es añorada por muchos. Aunque el pollo fresco  es muy bueno, la gallina vieja tiene su encanto.

No  es casualidad que mucha gente diga a boca llena que “gallina vieja da buen caldo”. ¿Será su sabor? O ¿será qué, como el vino,  mientras más años tenga, mejor? Bueno, no sabemos. Pero lo cierto es que es una de las carnes por excelencia para hacer los famosos caldos de la abuela.

En el portal Alimentación Sana se ofrece el dato de que tanto la  edad del pollo  y su sexo determinan la calidad de la carne y parte de su contenido nutricional. 

Esas juntaderas, principalmente en los días lluviosos, es común que se deguste este particular plato, hecho de gallina vieja, la cual es altamente nutritiva. Y es que  la cantidad de proteínas que aporta al organismo, resulta muy beneficiosa para el organismo.   Es a la vez económica,  y tiene la particularidad de que no solo se consume en caldos, sino que admite distintas  formas de cocinarla.

A esta receta también se le llama “revive muertos”. Ya sea para un enfermo, resacas, y  era frecuente que se les ofreciera a las mujeres paridas. 

Consejo.  Se recomienda usar gallinas que ya no pongan huevos. Para saber cuáles son, es necesario verle la cresta, mientras  más descolorida y lacia, mejor. También las que estén caídas, se recomiendan.  Las gallinas suelen estar en  producción durante dos años, a partir de ahí se consideran viejas.

La receta

Sopa de gallina vieja

1 taza de auyama cubos pequeños

2 libras de gallina vieja

1 taza de papas cortadas en cubos pequeños

1 cubito de caldo de pollo

6 tazas de agua

1 cucharadita de aceite

1 taza de fideos

1 cucharadita de perejil picado

1/2 cucharadita de ajo triturado

1/4 taza de apio cortado

4 rebanadas de pan

Preparación.  Preparación previa: Quite la piel y corte el pollo en pedazos pequeños. Descarte la corteza del pan, ponga a tostar y corta en 8 triángulos. Caliente el aceite en un caldero, agregue la gallina. el ajo, la sal y las hierbas. Agregue el agua y la auyama. Deje hervir a fuego medio por 15 minutos. Agregue las papas, y agrega cinco minutos después los tallarines. Revuelva regularmente para evitar que se pegue, agrega agua cuando sea necesario. Ajusta la sal al gusto. Cuando los ingredientes estén blandos retire del fuego. Sirva con el pan tostado.

Gallina Escabechada

1 gallina

2 cucharadas soperas de aceite

2 vasos de vinagre

1 cebolla

Pimienta negra

Hojas de laurel

Sal al gusto

Preparación.  Se echa un poco de aceite (dos cucharadas soperas) en una cazuela y se pica una cebolla. Se pone al fuego hasta que la cebolla empiece a dorarse y se retira. A continuación se añade la gallina troceada, dos vasos de los de agua de aceite y otros dos de vinagre (o el necesario para que la gallina quede totalmente cubierta), unos diez granos de pimienta negra, dos hojas de laurel y la sal. Después se vuelve a poner la cazuela a fuego alto y, cuando comienza a cocer, se baja el fuego al mínimo, manteniéndolo por lo menos durante una hora. Si la gallina es muy vieja se ha de aumentar el tiempo para que no quede dura. Se ha de dejar reposar un par de días para que la carne tome el gusto de los ingredientes, y entonces es cuando la gallina escabechada está lista para comer. Preparar la gallina escabechada es un buen recurso para conservar este alimento cocinado durante varios días sin temor a que se estropee. Además tiene la ventaja de que permite recalentarlo y también se puede consumir en frío.

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