El pasado miércoles, en un acto científico sobre “los temblores” vistos desde varias perspectivas clínicas, auspiciado por la Academia de Ciencias y el Colegio Dominicano de Neuropsicofarmacología (CDNP) una de esas noches excelsas en cuanto a lo científico, en compañía de “mis fraternos colegas” José Joaquín Puello, Pedro Pablo Paredes, César Mella, Félix Escaño, el primo Enrique Silié y otros médicos directivos. Tuvimos la oportunidad de moderar y “conversar” nosotros sobre las modernidades de las entidades médicas que producen temblor. Me correspondió hablar sobre las innovaciones en la Enfermedad de Parkinson, respecto de lo cual me comprometo a conversar posteriormente.
Mientras escuchaba a los disertantes, me vino a la mente el nombre del Dr. José Ángel Saviñón, prominente psiquiatra dominicano, egresado como tal en el 1971, a quien me unen afectos previos a nuestros nacimientos en este “valle de lágrimas“, en razón de la fraternidad de los Silié Gatón con su padre. Fue el doctor Saviñón uno de los primeros mentores del colegio CDNP, dirigiéndolo como su presidente del 1997 al 2003, una institución científica muy activa por las muchas contribuciones que hace a las ciencias nacionales. El Dr. Saviñón ha hecho numerosos aportes a la psiquiatría dominicana y latinoamericana. En la actualidad dirige una de las redes científicas más activas de estos lares. Si usted tiene interés en las neurociencias se la recomendamos, inclúyase: saviontsantos@gmail.com.
La pasada semana conversamos sobre la oxitocina, la felicidad y la estrecha relación de esta neurohormona con las conductas humanas éticas y morales. Nos habíamos comprometido a comentar encuentros científicamente documentados de la acción de esta sustancia que participa en la mansedumbre y la socialización inteligente en los humanos, ¡vaya casualidad!, muy amablemente el profesor Saviñon nos envía una nota de felicitación por la labor de “divulgación y concientización” neurocientista que estamos haciendo por este medio, en cuanto a la divulgación de temas del cerebro y el sistema nervioso. Nos comentó sobre la oxitocina, acompañado de un exhaustivo trabajo de investigación sobre el uso de la oxitocina vía nasal en los humanos. El trabajo científico publicado en el “The Journal Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences”, vol. 25, Issue 2, Spring 2013, bajo el título –Oxcitocina y conducta: evidencias de sus efectos en el cerebro-, calzado por Francis L. Stevens y colaboradores. El enjundioso artículo con 81 citas bibliográficas, confirma que el uso de la oxitocina nasal estimula áreas cerebrales como las amígdalas intracerebrales, la ínsula y la corteza frontal, las cuales tienen que ver todas con la conducta y la inteligente socialización humana. No sin razón, se ha planteado ya su uso en la esquizofrenia y en el autismo, como condiciones que tienen que ver con conductas agresivas y antisociales.
Estos encuentros científicos nos permiten afirmar que existe una especie de “cerebro moral”, manejado por un eje formado por los tres neurotransmisores de la felicidad (serotonina, dopamina y oxitocina). Los aspectos filosóficos, éticos y morales sobre la conducta biológica articulada a lo social, es un tema muy complejo, e implica filosofar muy sabia y profundamente, son necesarias futuras disquisiciones y más investigaciones en humanos, para determinar con precisión que: amar, placer, maternidad, espiritualidad, confianza, mansedumbre y socialización racional entre los humanos, deben estar incluidos al mencionar la neurohormona oxitocina. Hoy deseamos reconocer al profesor Saviñon Tirado, fue nuestro catedrático de clínica en el hospital psiquiátrico y aún nos sigue enseñando. ¡El agradecimiento es la memoria del corazón!