El Dr. Tejada Florentino y el derecho a disentir

El Dr. Tejada Florentino y el derecho a disentir

Teófilo Quico Tabar

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Mañana viernes se inaugurará en Salcedo el Museo Escuela Dr. Tejada Florentino, en honor a ese ilustre ciudadano, reconocido médico cardiólogo, músico y gran ser humano, víctima del desquiciamiento e intolerancia del régimen tiránico y dictatorial de Trujillo.

En el que se le negaba a los seres humanos, hasta el sagrado derecho a disentir. Manuel Tejada, como se le decía familiarmente, fue apresado en el mes de enero del año 1960 y días después, estando en la cárcel de la 40, le quitaron la vida.

Sobre su muerte se han dado diferentes versiones tratando buscarle explicación a una irracionalidad.

Y con relación a eso, le revelé a su viuda, nuestra querida Nena Tabar un dato, en virtud de una petición que me hizo el amigo Rafael Carvajal Martínez (Bueyón), con quien solía encontrarme en caminatas matutinas en el Malecón. Él quería concluir un libro sobre el Dr. Tejada Florentino, pero deseaba saber cómo había acontecido oficialmente su muerte. Quería saberlo de boca de Balaguer.

Le hice la pregunta a Balaguer, pero me contestó con otra pregunta. Que si lo hacía como familiar de su viuda o como investigador. Le expresé que lo hacía por petición del doctor Carvajal Martínez, quien no había podido hablar con él. Entonces Balaguer me refirió donde Bello Andino, que según él, era el taquígrafo o escribiente presente cuando Johnny Abes García le rindió el informe a Trujillo, de lo cual, según dijo, se enteró luego.

Bello Andino expresó, que Abes García le dijo a Trujillo, que la muerte del Doctor Tejada Florentino se produjo porque en el momento en que lo interrogaban y le daban choques eléctricos, le dijeron que el Jefe lo llamaba. Que tomó el teléfono pero se le olvidó la corriente. Y falleció.
Sobre esa información, le expresé a Balaguer, delante del general Pérez Bello y creo que de Minú Torres, que eso parecía un cuento.

Antes de eso, laborando en el CEA junto a don Chichí Alburquerque Zayas Bazán, compañero de cárcel y de logia masónica de Tejada Florentino, me dio una información que coincide con la que me ofreció el querido amigo José Israel Cuello, quien había caído preso dos o tres días antes que Tejada Florentino. Su testimonio es que murió mientras lo electrocutaban. Pero José Israel, una de mis memorias históricas preferidas, me relató un dato sobre lo que hizo Manuel Tejada en la cárcel, que merece ser resaltado.

Dice, que cuando interrogaban a Alfredo Bergés Febles, aplicándole corriente eléctrica, le dio un patatús. Y, estando Tejada Florentino en fila junto a otros presos desnudos para ser interrogados y sometidos a las mismas torturas, dijo que era médico y se ofreció voluntariamente a prestarle auxilio.

En un momento como ese, en la tenebrosa cárcel de la 40, durante la tiranía más cruel que alguien pueda imaginar, situación en que a cualquier ser humano le tiemblan las rodillas y se obnubila su mente, Manuel Tejada Florentino se comportó como un valiente. Ni olvidó su misión de médico ni la de gran ser humano. Desgraciadamente murió por la misma vía eléctrica. Víctima de la intolerancia.

Manuel Tejada Florentino fue un cardiólogo, músico y gran ser humano

Víctima del desquiciamiento e intolerancia del régimen de Trujillo

Murió en 1960 en la cárcel de La 40, de Santo Domingo, sometido a torturas

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