El drama de los ayuntamientos

El drama de los ayuntamientos

El incremento de salarios dispuesto para  servidores del sector oficial que  devengan hasta 30 mil pesos, trae a escena el drama que afecta a los 155 ayuntamientos del país. La Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU) plantea que necesitaría RD$3,000 millones adicionales para aumentar los salarios de sus trabajadores, de los cuales un 80% devenga entre RD$2,500 y RD$5,000 mensuales.

Por falta de la cantidad señalada, los ayuntamientos no podrían aplicar el aumento salarial y, peor que eso, se verían en la obligación de despedir a 30 mil de sus 75 mil servidores en todo el país.

Creemos que sería justo que el Poder Ejecutivo revise su actitud frente a los ayuntamientos. Una manera de evitar una crisis en los municipios sería asignarles los recursos que necesitan como amortización de la deuda acumulada que tiene el Gobierno Central con los gobiernos municipales, por no entregarles un 10% de las recaudaciones nacionales, como ordena la  Ley  163-03. En el Presupuesto Suplementario sometido al Congreso no se consignan partidas para los gobiernos municipales, a pesar de que han sido severamente afectados por la presión financiera que han significado  las alzas constantes en combustibles, lubricantes y otros bienes, así como los servicios. Hay que buscarle una salida satisfactoria a un drama que podría desmejorar la vida de decenas de miles de pobres.

No toda la basura es basura
En este país  no se dispone adecuadamente de la basura. No se la clasifica ni se enseña a hacerlo, no se la recicla para sacarle provecho, la biomasa es un desperdicio más, como son los plásticos y otros materiales, y todo, incluyendo tóxicos, va mezclado a vertederos a cielo abierto que contaminan las aguas subterráneas y el aire; que envenenan cuando tantas materias juntas entran en combustión espontánea.

Tenemos que aprender a tratar la basura como un bien aprovechable, quizás como una materia prima rentable. En otros países el reciclaje de desperdicios es un buen negocio, rentable y que genera empleo. Nosotros tenemos que aprender a no desperdiciar los desperdicios, y a disponer adecuadamente de aquellos pocos que no dan ningún provecho. Alguien debe animarse a invertir en el reciclaje de plásticos o en el aprovechamiento comercial de la biomasa para extraer combustibles. No toda la basura es basura.

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