Redacción Internacional EFE. El hábito de la lectura comenzó a cambiar para siempre a lo largo de 2009 con la apuesta de la industria electrónica por el e-book, destinado a convertirse en uno de los regalos estrella de estas Navidades.
¿Serán estas Navidades el principio del fin de la era del papel? Lo que está claro es que el e-book traspasó en 2009 la barrera de los inventos prometedores para enmarcarse en el territorio de los que, como internet, el teléfono móvil o el iPhone, producen un cambio irreversible.
Amazon, que se alió con el libro electrónico Kindle para crear un sistema de exclusividad similar al de iTunes y iPod de Apple, anunció a finales de noviembre que su libro electrónico era ya el producto más vendido de su página, 3 millones en lo que va de año.
Sus acciones se dispararon a un precio de 135,25 dólares y las estimaciones para 2013 son de 13 millones de ejemplares. Para muchos, el libro electrónico, como el papel de aluminio, quedará asociado a su marca más famosa- Kindle.
Pero también hay nostálgicos, como el belga Antoine Compagnon, Catedrático de Historia y Literatura, que afirmaba en una entrevista con el diario El País que es difícil una lectura prolongada de Proust o de Hegel en un libro electrónico y que un libro implica un paisaje, un territorio a explorar que se pierde en la pantalla.
Desde el New York Times, en cambio, se subían al carro rápidamente.