Sí, es justo que se hable del “Ecuador de Rafael Correa”, porque el anterior país a su llegada a la presidencia no tenía nada que ver con el que hoy se alza como un gran ejemplo no solo para la región sino, incluso, para el resto del mundo. La “Revolución Ciudadana” que ha promovido el Presidente ha sido capaz de tranquilizar a los más de 80 volcanes que siempre amenazan a esa noble nación, en tanto su política socio-económica bautizada como “Buen Vivir” ha logrado poner a flote una economía pujante que nada con soltura en un país con la mayor densidad de ríos por kilómetro cuadrado en el mundo. Única nación que incluye en su Constitución el “derecho ambiental”, lógico en un país con una de la mayor biodiversidad en el mundo.

La economía ecuatoriana es la 7ma de Sudamérica y la 8va de Latinoamérica; es la tercera economía más dinámica de América Latina – creció un 8% en el 2011; un 5.4% en el 2012, a pesar de la crisis mundial, y se proyecta un 5.3% para éste 2013 – con una envidiable tasa de desempleo del 4.6% en el 2012 no obstante tener la mayor densidad demográfica en América del Sur. Si en el 2001 el 40% de la población se encontraba en condiciones de pobreza extrema, en el 2010 había descendido a 16.5%.

Algún que otro analista de “café con leche” se mofa del “socialismo del siglo XXI”, como si una buena parte de los países ricos no se considerasen como “socialistas” por su práctica y política social. Nuestros países no podrán acabar con la pobreza creando empleos y garantizando los derechos humanos integrales si no es sobre la base de una ingeniería socio-económica con un Estado fuerte que pueda disponer de los recursos necesarios para atender la “deuda social” acumulada. La política ecuatoriana lo prueba y el respaldo popular al presidente Correa – hace pocas semanas reelecto – lo confirma. 

Habiendo vivido por 10 años en un verdadero volcán político, el pueblo eligió a Rafael Correa a la presidencia en 2006, inmediatamente promovió una Asamblea Constituyente en 2007 y bajo el manto de la nueva Carta Magna se sometió nuevamente al escrutinio popular siendo electo en el 2008 y reelecto hace unas pocas semanas. Lo he escrito en otras ocasiones: las políticas sociales generan capital político. Su partido Alianza País obtuvo 100 de las 137 bancas del Parlamento.

Hace solo 9 días cumplió 50 años; ha publicado tres libros y decenas de artículos y ponencias y ha sido reconocido con el título de Doctor Honoris Causa por varias universidades latinoamericanas y europeas.

Sobre estas realidades ecuatorianas he escrito en varias ocasiones en ésta columna, nutrido, en buena medida, por las informaciones del amigo y dinámico Embajador ecuatoriano Carlos López Damn, pero en esta ocasión me motiva el feliz acontecimiento de que el Presidente Rafael Correa será reconocido por la UASD. Una vez más se me salen mis convicciones martianas: Honrar, Honra.