A propósito de la visita del Dr. Bernard Cassen a nuestro  país, por invitación de la Fundación Global Democracia y Desarrollo a través del Centro de Estudios de la Francofonía y el Caribe, se organizó un conversatorio en la Biblioteca Profesor Juan Bosch en cuya tertulia con destacados intelectuales dominicanos el Dr. Cassen abordó diversos temas sobre la internacionalización del comercio, los libres mercados y las consecuencias ecológicas de un comercio brutal que actúan con pocos miramientos  éticos, negando la esencia fundamental de las actuaciones humanas, que debe ser precisamente elevar el estado de bienestar de la humanidad misma.

El periodista y altermundialista autor del concepto “un mundo mejor es posible”, clama por revertir el estado de situación en el cual, al ritmo que va la expropiación y explotación de los recursos del planeta por parte de unos pocos, la raza humana se encamina a la autoeliminación como especie, si no se revierten las tendencias de una voraz y desmedida gula de aparcelamiento económico y poder político de las metrópolis.

El Dr. Leonel Fernández, quien encabezó el encuentro, al  reflexionar al respecto de la intervención del conferencista invitado, hizo abstracción del concepto “el efecto creativo de la destrucción”, del economista austriaco Joseph Alois Schompeter, quien planteó la tesis de que a la destrucción le sobreviene la fase creativa como par dialéctico del proceso evolutivo de los ciclos económicos.

El Presidente de la República reflexiona al respecto de que siempre habrán posibles caminos para encontrar salidas a las grandes tragedias humanas, aludiendo de manera particular al sentido de oportunidad que probablemente la comunidad internacional tiene en estos momentos a propósito del devastador terremoto que afectó a Haití el  martes 12 de enero, para que en definitiva se aborde la problemática social, política y económica que tiene postrado al pueblo haitiano, en un círculo interminable de padecimientos. Las razones de por qué Haití sigue sumida en la más profunda de las miserias, a pesar de montones de asistencialismos en ayudas cortoplacistas que no constituye un abordaje integral de la situación económica de la media isla caribeña.

De echo, es un tema conocido por los organismos supranacionales de cooperación, así como por las grandes potencias, el hecho de que será harto difícil que Haití será objeto de un gran plan a largo plazo a través de la integración homogénea económica y políticamente hablando por parte de las grandes potencias, ya que dicha nación caribeña no tiene ningún atractivo para los monopolistas líderes globales bajo la lógica del capitalismo como modelo económico- político imperante.

Es decir, que si se pudiera establecer que el terremoto del  12 de enero tiene algún factor favorable, por muy doloroso que resulte decirlo, a pesar de miles y miles de muertes, incontables quizás, así como la destrucción de las infraestructuras físicas, lo que implica en lo inmediato miles de millones de dólares, según declaración de Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, es el hecho de que de esta terrible destrucción debe surgir un proceso creativo aparejado de voluntad política que conduzca a la solución integral que erradique la dolorosa situación de miseria que padece el hermano pueblo haitiano.