El efecto “derrame”

El efecto “derrame”

El presidente Danilo Medina proclamó recientemente que no es posible tener un país productivo en medio de carencias y llamó a enfrentar la desigualdad que existe entre los sectores que generan riquezas y las clases más bajas de la población.

Las declaraciones del Jefe del Estado dominicano se produjeron en el acto de lanzamiento de la Iniciativa por la Productividad y la Competitividad Nacional y en presencia de un grupo significativo de empresarios dominicanos, en cuyos hombros recae la responsabilidad de producir un efecto “derrame” del aparato productivo en la reducción de la pobreza del país.

“Quienes generan el 77% del Producto Interno Bruto apenas generan el 20% de los empleos, el segmento medio que genera el 22.5% de la riqueza nacional de cada país genera el 30% de los empleos y el segmento bajo que produce el 10.6% de la riqueza nacional general el 50% de los empleos; como ven, entre la mediana, la pequeña empresa y la informalidad tienen la responsabilidad de crear el 80% de los empleos”, sostuvo en ese entonces el primer mandatario.

Aparentemente, el discurso del presidente Medina, aunque recibiera los aplausos formales, para no dejar, o para que no se vea en la televisión que no aplaudió, sin embargo, no ha tenido, en la práctica, una resonancia, en la cúspide empresarial que contribuya a la reducción de la pobreza de una gran cantidad de dominicanos.

De ahí que el gobernador del Banco Central, al hablar en un almuerzo ante la asociación de exportadores, retomó el discurso y la preocupación del Señor Presidente de la República. Y reiteró lo expresado por el mandatario: aunque se manden muchos militares a las calles, si no se resuelve el tema de la desigualdad social, el desempleo y el aumento y mejora de los ingresos, no se resolverá el tema de la inseguridad ciudadana. Un padre de familia que no tiene dinero con qué darle de comer a sus hijos, es capaz de salir a las calles y asaltar a cualquiera, dijo el gobernador que le confesó el Presidente. Y no deja de ser cierto.

Cuando estudié la maestría en Política Económica, en los años 80, en la Universidad Nacional en Heredia, Costa Rica, se planteaba el efecto multiplicador de las exportaciones en el resto de la economía, y en la sociedad.

Y recuerdo que cuando se analizaba el tema, no quedaba claro hasta dónde la generación de divisas, y el sector exportador en particular, podía contribuir a la reducción de la desigualdad y la pobreza. Y era en gran parte, porque no se producía ese efecto ¨derrame¨ de mejora de los salarios y de reducción de los bajos ingresos y de la pobreza. Muchos dejan esas divisas o ganancias fuera del país o simplemente las dedican a gastos de consumo.

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