El efecto dominó en la decoración

El efecto dominó en la decoración

Como las fichas de un dominó, blancas y negras; como el tablero de un juego de damas, cara y cruz; la noche y el día en nuestros muebles, esas son las propuestas de los decoradores de interiores como José Campuzano. El interiorista sevillano ha presentado su nueva propuesta en Casa Decor, un espacio en el que el dormitorio se convierte en el ámbito central de la casa como lugar universal del descanso.

COLORES BASICOS

Como colores básicos ha utilizado el blanco y el negro, que lejos de resultar discordantes, crean un efecto armonioso dentro de su contraste. Paredes, suelos y techos, lejos de producir agresividad y tensión quedan combinados de forma simétrica. «Creo que he conseguido crear un ambiente equilibrado y apacible que invita al descanso, lo que me ha permitido acentuar un contraste de materiales y temperaturas», comenta a Efe-Reportajes José Campuzano.

En su propuesta no sólo se contraponen colores, también lo hacen texturas y formas. Ha querido demostrar que a través de la iluminación y de la tecnología, la decoración contemporánea no está reñida con la calidez.

Según él mismo comenta, ha intentado conseguir el equilibro adecuado entre las temperaturas que aportan los elementos fríos y calientes, con el fin de crear un ambiente idóneo para la relajación, tanto en la zona de estar como en el dormitorio.

MEZCLAS DE ESTILOS

En su propuesta en blanco y negro, la zona de estar goza de una mezcla magnífica de estilos. Ha intentado mantener una propuesta heterogénea en la que la arquitectura contemporánea de líneas rectas se compaginen a la perfección con muebles clásicos como los sofás Chester o la mesa Art Decó.

Precisamente, para evitar el toque tradicional de un Chester, José Campuzano ha decidido forrarlos con piel sintética blanca, con un cojín en contraste negro y otros ribeteados en ese color. Colocados sobre un suelo negro, la combinación produce el efecto de impacto que se requiere, al igual que la mesa central en la que el blanco inferior ejerce un poder de atracción.

Las tulipas de las lámparas de pie confeccionadas en tela negra, que contrasta con el metal de su soporte. Las paredes ofrecen un efecto cebra con pintura blanca para pasar a pelo sintético negro y, de nuevo, blanco que se ilumina con la luz del exterior.

EFECTO AÑOS 20

Los estores mantienen ese sistema rayado, pero esta vez horizontal, rompiendo de nuevo el primer golpe de vista.

«Me gusta el efecto años 20 que se ha creado, un ambiente elegante sin aniquilar la renovación, en el que la madera de ébano contribuye a dar calidez», comenta el interiorista.

Gracias a la iluminación indirecta, perfectamente colocada, los tonos negros no absorben la luz, dejando un ambiente oscuro y sin vida. El techo blanco refleja todos los tonos suaves que se refractan en él.

«Realizar un proyecto de estas características no tiene porqué resultar caro. La piel es de potro sintética, lo que ocurre es que hay que saber tratarla para que ofrezca un aspecto de calidad», afirma el diseñador, que señala a Efe-Reportajes que donde realmente ha puesto todo el interés es en la iluminación. «A través de ella, con la mezcla idónea de luces directas e indirectas he conseguido crear un ambiente acogedor donde aparentemente se podría traducir en frío».

Campuzano no es el único que ha pensado en el efecto dominó sobre la decoración. Cualquier complemento del hogar puede convertirse en nuestro particular tablero de damas. Con el tapizado en tela de sillas o chaise-longes engarzamos una dinámica de contrastes.

Un pequeño mueble en el recibidor decide ya un punto diferente de incidencia, en el que el dormitorio no tiene por qué quedar excluido. El revestimiento del baño en negro engarza este tipo de decoración con tono inmaculado de los sanitarios, de tal manera que nada quede alejado de esta original propuesta.

EFE-REPORTAJES

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