MANILA, Feb 22 (AFP) – El ejército filipino frustró un intento de golpe de Estado contra la presidenta de Filipinas, Gloria Arroyo, y arrestó a varios de los presuntos conspiradores, anunció a la prensa uno de sus generales.

   Este intento golpista, que se descubrió en diciembre, preveía el lanzamiento de una operación militar la semana pasada o el mes próximo, declaró a los periodistas el general de cuerpo de ejército Hermogenes Esperon.

   «Tenemos en nuestra posesión una lista de nombres y muchos participantes están siendo interrogados. Pensamos que los principales cerebros de estos intentos de desestabilización están ahora en nuestras manos y están siendo investigados», agregó.

   «No estamos diciendo que hemos descubierto a todos los participantes», agregó sin embargo.

   Al menos 14 oficiales subalternos están siendo interrogados actualmente y los militares rebeldes preveían «abolir las instituciones democráticas, la Cámara de Representantes, el Senado, el sistema judicial», afirmó Esperon.

   Según él, algunos oficiales encarcelados estaban implicados en una rebelión militar abortada en 2003. Unos 200 militares amotinados habían ocupado entonces un complejo comercial y residencial del barrio de negocios de Manila para exigir la dimisión de la presidenta Arroyo.

   Siempre según el general, varios militares detenidos en el marco de la tentativa de 2003 preveían evadirse el día de la operación.

   Cinco oficiales rebeldes se escaparon el 17 de enero pasado de una prisión de alta seguridad donde estaban detenidos por «intento de golpe de Estado». Desde entonces, dos de ellos fueron capturados.

   Su fuga, lograda a pesar de informaciones sobre el proyecto, desató sospechas de colusión con elementos del ejército en su prisión militar.

   Los rumores de golpe de Estado son recurrentes en Filipinas particularmente desde que la presidenta Arroyo fue objeto el año pasado de acusaciones de fraude electoral.

   La jefa de Estado, que en septiembre de 2005 escapó a una amenaza de destitución, atajó recientemente las numerosas voces que se han levantado para pedir su dimisión antes del final de su mandato en 2010.