El emperador Constantino inventó el cristianismo en el año 303

El emperador Constantino inventó el cristianismo en el año 303

Reseña del libro de Fernando Conde Torrens

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8. Fue cuando obtuvo su cargo de César de las Galias que Constantino llamó a Lactancio a Augusta Treverorum (hoy Tréveris, Alemania), capital dicha prefectura, para que comenzara en la biblioteca imperial en secreto absoluto la labor de escribir los textos sagrados de la nueva religión. Para el público, Lactancio fungía de preceptor de Crispo¹, hijo de Constantino, pero quien impartía las lecciones era un subordinado de Lactancio.
Constantino inició esta labor tan acariciada luego de sus victorias contra los bárbaros de las fronteras germanas y otras tribus de las riberas del Danubio, así como la derrota que infligió a Majencio y su padre Maximiano cuando el primero asesinó a Severo, César legítimo de la prefectura de Italia y se proclamó Augusto con apoyo del Senado y la guardia pretoriana, y luego de derrotar a su cuñado el Augusto Licinio, quien sustituyó en la prefectura de Oriente al Augusto Galerio, quien había fallecido.
Posteriormente, Constantino llamó también a Eusebio de Cesárea Marítima para que como historiador le aportara el barniz erudito a esos textos sagrados que serán los cuatro Evangelios que conocemos hoy en todas las biblias de Occidente. Ese barniz consistirá en escribir y corregir libros, cartas y demás documentos de unos autores apócrifos que Lactancio se inventó y que supuestamente vivieron 50, 100 o 200 años después de la muerte de Jesucristo, enviado al mundo por Dios para salvar a la tierra de sus pecados de idolatría y para que los pecadores ganaran la salvación de la vida eterna y así librar al Imperio Romano de su destrucción.
9. La disolución del Imperio Romano se inició con Marco Aurelio en el año 180, después de cuya muerte vino un período de gran turbulencia y se produjeron levantamientos de esclavos, artesanos y el asesinato de decenas de generales de las legiones que se proclamaban emperadores que a veces no llegaban a tomar posesión del cargo o duraban en él meses o apenas un año. La crisis financiera del Imperio se produjo porque llegó un momento que Roma no tuvo más territorios que conquistar ni más poblaciones que esclavizar y esto ocasionó el colapso económico y la lenta desaparición de la clase patricia gobernante, la cual no trabajaba y vivía de las riquezas que producían sus millones de esclavos y las conquistas de nuevos territorios.
Cobra, pues, un gran sentido político, religioso e histórico el proyecto de Constantino de formar un equipo secreto para crear una nueva religión que salvara al Imperio Romano de su caída inminente, la cual fue detenida momentáneamente por Diocleciano a mitad del siglo III (cerca de 280 d.C.), pero que le sobrevivirá hasta el 476 cuando finalmente los bárbaros al mando, primero, de Alarico y luego de Odoacro, conquistaron a Roma, la saquearon y se establecieron con sus súbditos tribales ávidos de tierras fértiles donde saciar el hambre que les empujaba, desde el Este de Europa, cada vez más hacia el Oeste. Se implantó con estos “bárbaros” y con los agricultores y colonos romanos el famoso impuesto del “hombre tierra”, creado por Diocleciano como forma de mantener estables las finanzas del Impero. Con este impuesto se ató al hombre a la tierra y comenzó tímidamente una estabilidad precaria del Imperio con el desarrollo de una economía natural que daría paso hacia el año 511 al inicio del feudalismo que, como modo de producción, dominó hasta 1453, y luego abriría paso al capitalismo mercantil durante el Renacimiento hasta recalar, con las Revoluciones inglesa y francesa en el modo de producción capitalista.
Pero el Imperio que construyó Constantino al unificar en un mando único las cuatro prefecturas, con una religión de un Dios único, sobrevivió a la caída de Roma en 476 y logró pervivir con el nombre de Sacro Imperio Romano de Oriente hasta 1453 cuando su capital, Constantinopla, cayó en manos de los musulmanes al mando de Mohamed II, para cuyos cañones no estaban preparadas las tres murallas que la circundaban y defendían.
10. ¿Cuál razón tan poderosa indujo a Constantino el Grande a crear una nueva religión que reemplazase a la vieja religión de los ancestros romanos cuyos dioses múltiples tenían su morada en el Panteón en vez de en un monte como el Olimpo donde habitaban los dioses paganos, copia fiel traducida de la mitología griega?
No fue de golpe y porrazo que el proyecto se realizó, si bien Fernando Conde Torrens, autor de Año 303 inventan el cristianismo (s/l ¿Madrid?: Alta Andrómeda, 2019 [2016]), ofrece en su obra ese año como inicio de la creación de la nueva religión, porque fue en esa fecha cuando Constantino le oyó al maestro de Retórica Lactancio proponerle al emperador Diocleciano la creación de una nueva religión basada en un Dios único, quien había enviado a la tierra a su hijo Jesús para salvar al Imperio Romano y al mundo de su inminente catástrofe y fin².
Diocleciano le respondió a Lactancio que su proyecto le parecía una locura, porque los emperadores de Roma nunca habían interferido en las creencias religiosas de su pueblo y que estas eran un derecho individual que las autoridades habían respetado siempre y que a la autoridad le bastaba con que cada romano cumpliera las leyes del Imperio, pero que de todos modos consultaría el asunto con los demás Césares de la tetrarquía en que él dividió el Imperio, y que luego le respondería.

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Notas

1 Se trata de Crispo, tenido con su primera esposa Minervina, quien fue asesinado por orden de su padre Constantino en el año 325 en momentos en que celebraba en Roma sus veinte años en el poder. Igual muerte atroz sufrió la esposa del emperador, Fausta, hija del derrotado Maximiano, al igual que su hijo el usurpador Mejencio en la batalla del puente Milvio. Del asesinato de Crispo, Fausto y Licinio el Joven, hijo del derrotado Licinio, por Constantino, escribiré un artículo luego de finalizada esta serie.
2 Luego de la muerte del emperador Marco Aurelio en el año 180, el imperio entró en una crisis económica profunda y como la religión enmascara siempre las grandes crisis y se las achaca a la impiedad hacia los dioses o hacia Dios si la religión es monoteísta, la realidad fue que un romano común no podía discernir la causa de la matanza durante aquellos dos “siglos de desórdenes” en los que tantos emperadores y generales se sucedieron en el mando en procura de riquezas para sí y para sus soldados antes de que Diocleciano y sus sucesores lograran estabilizar el Imperio. Juan Bosch en su texto “Tres conferencias sobre el feudalismo” hizo una fina síntesis del libro de Franz Georg Maier Las transformaciones del mundo mediterráneo (México: Siglo XXI, 8ª ed., 1972, pp. 30 sigs.) donde explica la crisis del modo de producción esclavista romano: «…con sus interminables guerras de conquista los romanos fueron destruyendo las fuentes de su poder, que descansaba en el trabajo de los esclavos y en las riquezas robadas por las legiones romanas y por sus jefes en los países que conquistaban, pero llegó un momento en que ya no fue posible conquistar más tierras, y por tanto no fue posible saquear más riquezas o esclavizar más gente.» Y debido a esto colapsó el Imperio Romano. Bosch. Obras completas, t. XVI, p. 165. (Coord. Guillermo Piña Contreras). Santo Domingo: Comisión Permanente de Efemérides Patrias, 2009.

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