En el primer trimestre la economía siguió creando empleos, la cantidad de 128,627, la información coyuntural más relevante de la Encuesta Mercado de Trabajo del Banco Central. Superó lo que podía esperarse, el ritmo de empleo se ralentizara en línea conel PIB.
La diferencia entre activos y ocupados dio 263,000 desocupados, una cantidad menor en 55,787 a los desocupados en enero-marzo 2022. La tasa de desempleo disminuyó 1.2 puntos porcentuales, hasta 5.2% en marzo 2023.
El aumento no es pasajero, se debe a causas tendenciales, dicho más claro, obedece a la evolución de fondo de la economía y del mercado laboral. El buen ritmo tendencial viene desde el peor trimestre (abril-junio 2020) de la pandemia Covid-19, alcanzando la ocupación total 4,768,740 en marzo, igualó y superó el volumen de 4,716,189 de ocupados previo a la crisis de salud, diciembre de 2019.
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El pronóstico de 2023, el PIB real crece alrededor de 4.0% y los ocupados aumentan menos (92,679) que en 2022, cuando la economía creció 4.9%. Todo apunta a que a lo largo del año se podría sumar una cantidad de ocupados superioral primer trimestre (128,627) y el año pasado. Lo que sigue es un ejercicio, si aumentan en 140,000, y como no se esperan cambios significativos en población activa, los desocupados se reducirían en una cantidad similar, y la tasa de desocupados bajaría ocho décimas de punto respecto a enero-marzo (5.2%) 2023, y 2.3 puntos porcentuales comparado con enero-marzo 2022, para situarse en 4.4%.
Dependerá de cuanto aumente el volumen del PIB real, si se tiene en cuenta que en mayo el Banco Central comenzó a rebajar su tasa de interés de referencia, y más rápido de lo esperado, se desinfla el costo del dinero en los bancos múltiples, sin duda se multiplicara la actividad en sectores como servicios, manufactura y comercio, los de mayor ponderación relativa en el Indicador Actividad Económica (IMAE).
Termino la notar refiriéndome a otra información coyuntural relevante, me refiero al ingreso por hora a la semana del trabajador, fue de $130.3 pesos en marzo 2023, un 12% más que en el mismo trimestre 2022. Lo que importa es saber si ganó o perdió poder adquisitivo (variación real), como interanual en marzo los precios aumentaron 5.9%, el trabajador ganó un 6.1% de poder compra.
Se sabe el aumento de 12% fue un incremento de costo de producción para las empresas, si la productividad laboral subió en igual proporción, las empresas no perdieron competitividad (variación del PIB corriente/variación población ocupada), porque no alteró el costo laboral por unidad producida, como debe medirse la competitividad-costo. Lo real fue que la productividad aumentó, aunque menos, 5.3%, subiendo en 6.7% (12% – 5.3%) el costo laboral de la empresa por unidad producida.
Dos buenas noticias, el porcentaje de aumento fue inferior a la reducción porcentual acumulada del costo laboral por unidad producida durante 2020 y 2021, cuando se disparó la inflación. Y tras la crisis sanitaria cambió el modelo de crecimiento, ahora crea empleos y aumenta la productividad laboral que se reparte mejor entre trabajador y capital, pensando en el largo plazo, tendríamos un PIB mejor distribuido como lo demanda el trabajador y la sociedad.