El empleo según el Banco Central

El empleo según el Banco Central

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
La afirmación de que de abril del 2004 a abril 2007, éste gobierno ha generado 385,206 nuevos empleos, nada positivo agrega a la crisis de credibilidad por la que atraviesan los indicadores macroeconómicos, porque no sólo es contraria a la percepción generalizada, la realidad que se vive también le da de frente.

Al no admitir, como lo hacen los Organismos Internacionales, que las crisis de 2003 y 2004 fueron coyunturales, provocadas por quiebras bancarias y que fueron responsables de las pérdidas de producto y de empleo, los sectores económicos interpretaron la publicación como parte de la fallida estrategia reeleccionista que se basa en la mentira. Basándome en los mismos indicadores en lo que sigue demuestro que son inconsistentes.

Primero, atribuyen a otros dar informaciones tergiversadas para confundir, sin embargo, es el gobierno el que sigue mintiendo. Bajo un criterio claramente político seleccionan fechas (2003 y 2004) para hacer comparaciones, cuando se debió escoger el año 2000, el inicio del nuevo siglo, un año que debería ser objetivo en materia de empleo porque la tasa de desocupación ampliada fue 13.9%. Además, lo ético es hablar de recuperación y dejar a lo político lo de creación de empleos. Los años 2003 y 2004 no pueden, desde el punto de vista técnico, ser base de nada y mucho de comparación, la recesión económica coyuntural de esos años deterioró todos los indicadores económicos y sociales. Cuando las comparaciones se hacen con el 2000, como debe ser, los resultados son muy diferentes y con claridad evidencian quién distorsiona la realidad. Véamos. Con relación al 2000, la desocupación abierta de los años 2003 y 2004 aumentó 3.1 y 5.8 puntos porcentuales, y en lugar de recuperarse continuó aumentando en 2005 y 2006, el índice empeoró 3.6 y 2.1 puntos porcentuales respectivamente. Es decir, el desempleo abierto en los años 2005 (17.5%) y 2006 (16%) fue superior al que existió  en el 2000. Para abril del 2007, según el indicador publicado por las autoridades monetarias, la desocupación ampliada de 15.6% todavía es superior al nivel del 2000, quedándo claro que es el gobierno quien miente al pueblo.

 

Segundo, y en comparación con el 2000, la recuperación del producto en los años 2005, 2006 y 2007, según las autoridades monetarias fue respectivamente de 1.2, 1.9 y 1.9 puntos porcentuales, acumulando 5 puntos porcentuales. En cambio, y como analizamos, la desocupación abierta se deterioró en 3.6, 2.1 y 1.7 puntos porcentuales, acumulando 7.4 puntos porcentuales. Es decir, la producción anda por un lado y el empleo por otro, contradiciéndo la Ley Okún (por Arthur M. Okún), que la reducción de 1% en el desempleo se asocia con el crecimiento del PIB en 3% en los Estados Unidos. Con un factor diferente, en República Dominicana la relación también debería darse, pero los indicadores de las autoridades monetarias dicen que no. Es que la incoherencia brota cuando los indicadores se alejan de la verdad técnica.

 

Tercero, los indicadores publicados contradicen la teoría para América Latina establecida por la Organización Internacional del Trabajo (véase OIT. Anuario Estadisticas Laborales, Ginebra, 1996), en el sentido de que cuando la economía cae en recesión, la caída en la desocupación ampliada es más rápida que la caída en el producto. Véamos los indicadores; con relación al 2000, la economía en 2003 y 2004 se contrajo 20 puntos porcentuales y la desocupación abierta como dije más arriba 8.9 puntos porcentuales acumulados. Es decir, y contrario a lo que afirma la OIT, en República Dominicana la caída en la desocupación fue más lenta que la caída en el producto; por cada punto porcentual de caída en el empleo el producto se redujo en 2.3 puntos. Es un dato inconsistente con los patrones internacionales.



Cuando hay voluntad técnica el trabajo puede hacerse bien. Por ejemplo, si se quería credibilidad se debió estimar otras alternativas, como la tasa de ocupación, que en los Estados Unidos es un método alternativo obligatorio que se calcula a partir de una encuesta familiar a gran escala que se realiza mes a mes. También el conteo de personas registradas en la administración pública y sumarse al dato de los empleadores. No se calculó y publicó el dato alternativo de desocupación ampliada, el que proviene de la tasa de ocupación menos la fuerza laboral total, porque con claridad revela la mentira con relación a la afirmación de que se crearon 385,206 nuevos empleos.  Lo malo para el Presidente Fernández es que la verdad no permite  maquillaje, se han perdido más 200 mil empleos directos y el deterioro no se detiene, en la prensa escrita cada día aparecen nuevos espacios pagados de negocios bien establecidos que anuncian cierre de operaciones. El desempleo golpea a los pobres y a la clase media principalmente, deteriora las relaciones familiares, la razón por la que se ha convertido en un problema muy serio para la reelección presidencial. Falta poco para salir de la pesadilla, la falta de liderazgo del Presidente Fernández se le cobrará en las urnas el venidero 16 de mayo y Miguel Vargas Maldonado, quién ha demostrado ser un gerente de éxito, será la respuesta contundente del pueblo dominicano.

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