El proceso de creación de empresas ha venido adquiriendo creciente importancia en la política económica de los países. Sobre todo en las naciones  en que  esa política  contiene un enfoque hacia el desarrollo empresarial y fomento a la creación de empleos.

La actividad emprendedora es compleja y está siempre vinculada a  factores socio-económicos y  culturales. El emprendedurismo contribuye al crecimiento económico, a la creación de empleo, a la diversificación de cadenas de valor y al fortalecimiento de los procesos de innovación y promoción generacional del empresariado de un país.

Los nuevos negocios corren el riesgo de fracasar al inicio, por inexperiencia de sus promotores y también por obstáculos que tienen que enfrentar como la existencia de fuertes restricciones en el campo del acceso a los recursos financieros, demanda insuficiente de la población, incapacidad de ofrecer una respuesta efectiva del producto o servicio, la competencia de las compañías establecidas, las regulaciones y barreras administrativas que tiene el Estado para la instalación y la carga tributaria.

A pesar de la existencia de los anteriores factores, los emprendedores no tienen otra alternativa que lidiar con estas circunstancias adversas. En este punto, cabe diferenciar dos clases de emprendedores: los emprendedores nacientes y los emprendedores establecidos. El Monitor Global de Emprendedurismo (GEM por sus siglas en Inglés) es una investigación anual sobre la actividad emprendedora que realizan varias instituciones académicas de los Estados Unidos, Inglaterra, Islandia y Chile.

En el año 2009 abarcó 54 países alrededor del mundo, incluyendo el nuestro, se realiza desde hace 10 años. El GEM define a los Emprendedores Nacientes como  “Aquella población entre 18 y  64 años de edad involucrados en la puesta en marcha de un nuevo negocio y que han manifestado que tienen o tendrán propiedad de una parte del mismo; este negocio no ha pagado salarios, ni sueldos o cualquier otra compensación por más de tres meses”. Asimismo, define a los Emprendedores Establecidos como  “aquella población con edades entre 18 y 64 años  que tiene actualmente la propiedad y dirección de un negocio establecido y que han pagado salarios por un periodo superior a los 42 meses”.

Sobre los primeros, es posible que un porcentaje de ellos haya sido empleado de los segundos o de empresas bien establecidas en el mercado y hayan decidido “independizarse”, pero antes de adoptar esta decisión, es decir, de independizarse ellos han sido emprendedores internos, o sea, han llevado a cabo proyectos exitosos dentro de la empresa donde han laborado por un tiempo, conocen el mercado y todas sus “intríngulis”.

Han creado uno o varios  productos o servicios y lo han desarrollado o un producto ya creado lo han innovado, que ha permitido a la empresa posicionarse mejor en el mercado. A este proceso le han llamado de dos formas, “experimentos in-market”, nombre surgido en la empresa multinacional International Business Machines (IBM por sus siglas en inglés, también conocida por el nombre el “Gigante Azul”), los académicos le llaman “procesos de exploración y aprendizaje”.

Los emprendedores internos que luego se convertirán en emprendedores nacientes cuando tengan su negocio propio, en ese momento habrán adquirido la experiencia para no  fracasar, habrán desarrollado suficiente madurez para el diseño de un producto o servicio y sobre todo contarán con el poder de discriminación que es la capacidad para diferenciar entre dos hipótesis contrapuestas que  con frecuencia aparecen en los experimentos.

Los emprendedores nacientes deben tener bien en cuenta que los buenos experimentos tienen objetivos claros y explícitos, se diseñan para generar un conocimiento acotado y una retroalimentación rápida y arrojan resultados medibles sobre los cuales  se puede actuar.

Concluyo este artículo citando una recomendación que hizo el veterano empresario don  Pepín Corripio Estrada al finalizar la conferencia titulada  “Política de Desarrollo Empresarial”  dictada por el catedrático colombiano Rodrígo Varela, en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) el año pasado, cito: “…sin pensar maliciosamente los futuros emprendedores les recomiendo que después de terminar sus estudios universitarios, deben tratar de emplearse en la rama de la producción o comercio que le guste, conocer bien el negocio donde laboran , trabajar por algunos años para adquirir experiencia  y luego proponerse a instalar su propio negocio, esta es la mejor formar de NO  FRACASAR”.

¡Qué mejor consejo que ese!