Nadiel Beltrán, Víctor Guerrero y Engell Acevedo, son tres jóvenes emprendedores, que poco a poco se han ido abriendo paso a paso en el mundo de la belleza. Figuran en su lista de clientas nombres como Mariasela Álvarez, Nuria Piera, Caroline Aquino, Nashla Bogaert, entre otras.
Beltrán, quien cuenta con 25 años de edad, es estilista de peinado independiente. Comenzó de manera casual en el año 2013, en un salón de belleza en Villa Mella, “cuando salía de la universidad me quedaba haciendo horas en el salón de mi amiga, un día ella me dijo que la ayudara a secar una clienta y aunque no sabía lo hice”, cuenta entre risas.

Y así empezó su romance con la belleza, al ver que tenía madera para el oficio su amiga decide enseñarle a pasar blower y le ofrece un trabajo, luego pasó a un salón más grande en la avenida Venezuela, hasta que en el 2015 decide independizarse y crear su propio nombre: Nadiel Beltrán Hair and Beauty.

La tempestad. Nadiel Beltrán, estudiaba publicidad y cuando anunció en su casa que había conocido su verdadera pasión: peinar mujeres, su mamá pegó el grito al cielo, por entender que su hijo estaba renunciando a una carrera universitaria para dedicarse a un oficio mal visto para un hombre.

“Mami no lo aceptaba, hasta que pude probarle que era lo que quería hacer para todo la vida”.
Asegura que su madre aceptó su nueva profesión al ver que era trabajo serio y que lo hacía con dedicación y constancia.
En cambio su papá lo apoyó desde el primer día y es el principal promotor de su trabajo, “mi familia está muy orgulloso de mi y de lo que hago, papi tiene en sus perfiles de internet mis peinados y vive alabando mi trabajo”, cuenta.

En estos casi cuatro años de experiencia, Beltrán ha conseguido trabajar con importantes figuras públicas y consolidar una amplia cartera de clientas anónimas, especialmente novias que confían en él sus momentos más especiales.

Pero al inicio, Nadiel Beltrán Hair and Beauty no tenía un lugar propio, el emprendimiento comenzó en espacios prestados, en esa época sus principales clientas eran sus más cercanas.

“Yo le pedía prestada la sala a mis amigas o iba directamente a la casa de las clientas hasta que decidí arriesgarme, alquilé un apartamento en Bella Vista y lo preparé como estudio de belleza”, explica.

Llegada del segundo abordo. Nada como encontrar amigos y socios que compartan tus mismas pasiones. Es lo que le pasa a Nadiel, conoció al maquillista Víctor Guerrero mientras ambos trabajaban con el estudio del reconocido maquillador Jhonaly Guzmán y deciden hacer confluir sus talentos.

Guerrero, hoy con 27 años desde niño siempre ha tenido claro que el arte es lo suyo, estudió pintura plástica y cursa la carrera de arquitectura. Los pinceles que siempre han estado entre sus manos, ahora llevan maquillaje. Comenzó a maquillar colocando solamente base.
Con práctica su técnica se perfeccionó y consiguió su primer empleo en Elis Mesa Profesional Makeup Studio donde aseguró se formó en esta profesión.

“Para mí el maquillaje es arte, no te riges por lo que hay, tu puedes crear. Para mí una clienta es tal cual como un lienzo, y al dominar las técnicas de los pinceles se me hace fácil”, explica.

Hijo de gata casa ratón. Engell Acevedo, es hijo de una maquillista profesional, desde niño mientras la acompañaba a trabaja se aprendió mentalmente todos los pasos para poner un rostro a punto, “un día le dije a mi prima ven a maquillarte y lo hice cuando mi mamá vio mi trabajo se sorprendió y apoyó mi trabajo”.

Engell ha llegado al equipo para equilibrar pues maneja las técnicas de peinado y de maquillaje.