Mientras que algunos directores necesitan casi un año, y otros más de año solo para el rodaje y la post producción de una película, a Roberto Ángel Salcedo le basta con dos o tres meses para estos procesos.
Ejemplo de esto es su más reciente filme, “El equipito. Capítulo 1- ¡Todo por una herencia!” comenzó su rodaje el 17 de junio, y la noche del pasado lunes, 16 de septiembre, la cinta tuvo su premier en Caribbean Cinemas de Downtown Center. Es decir, en tres meses, él y su equipo colocaron en pantalla grande una película más de las que ya nos tiene acostumbrados. Aunque el tiempo no determine que una película sea buena o mala, si podría dar pie a mejorar algunas cosas.
La agilidad con la que trabaja este equipo le permite poder presentar dos y hasta tres películas al año, en las que Roberto Ángel en la mayoría de las ocasiones funge como guionista, director, productor y actor, como ocurrió en esta.
Con esto podríamos decir que Roberto ha implementado su propia industria en el cine dominicano, y para su suerte, sus producciones siempre figuran como las más taquilleras del año.
Sin embargo, no sabemos hasta qué punto esto le funcione, pues en la comedia “El equipito” no observamos nada diferente de lo que ya haya presentado.
Una vez más, Roberto recurrió a unos diálogos flojos y repetitivos para contar la historia de Ángela, una muchacha de campo que cuidó por mucho tiempo a don Marcelo, un hombre que nunca tuvo hijos y que para ella fue como su abuelo.
Tras fallecer, el señor le dejó una herencia, pero en el transcurso de toda la película nunca se sabe en qué consistía la “gran herencia” que la llevaría a un cambio de vida.
Cuando llega el día pautado para oficializar el traspaso de los bienes, Ángela y su primo Miguel Ángel (Roberto Ángel) se encuentran con que el abogado y albacea murió, por lo que junto a otros amigos arman “El equipito” con el fin de encontrar los documentos que la avalen como la única heredera.
Aunque desde un principio se vendió la idea que de que la cantante urbana La Insuperable sería la protagonista de la película, lo que se presentó en pantalla no fue así. La artista, que debuta en el cine con esta cinta, realmente quedó con un papel secundario que pasó “sin pena ni gloria” por la falta de argumento del guion y por la poca fuerza interpretativa que la urbana le puso a su rol.
De nuevo es Ozuna quien salva un poco la trama en su rol Peralta, un “hombre mamita” que siempre hace lo que diga su mujer, Susy, (Melymel) a pesar de que lucha por imponer su opinión. En cuanto a Melymel, que en otros largometrajes había logrado buenas interpretaciones, ahora no logra un buen desempeño.