LUJAN, Argentina. Con cierto ingenio literario para el desahogo verbal, un hincha en la tribuna cantó feliz: “Árbitro, querido, te queremos como amigo”, mientras alzaba un ramo de olivo en el debut del equipo de fútbol Papa Francisco, que terminó con un empate y cuatro expulsados.
El tratado de paz lo impuso José Casimiro, mientras en la cancha abundaba la pierna fuerte y el árbitro mostró cuatro veces la tarjeta roja, dos de ellas a jugadores de Papa Francisco, equipo fundado hace seis meses en homenaje al Sumo Pontífice y que el sábado igualó 2-2 ante Trefules por una liga menor de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).
“En verdad yo soy hincha de River, pero hoy vengo a alentar a los dos equipos por igual; soy amante del buen fútbol y de la no violencia”, destacó Casimiro, de 35 años, uno de varios espectadores con ramos de olivo en tribunas pacíficas, en las que no había bombos ni flautas y ni siquiera alguna bandera de apoyo.
Lejos de la violencia de las barras bravas que suelen asolar las canchas argentinas, el minúsculo grupo de “Barras santas” que rodeaba a Casimiro formaba parte de unas 150 personas y dos perros que paseaban por allí. Todos fueron testigos del debut de Papa Francisco en un campo municipal de Luján, 60 kilómetros al oeste de la capital argentina.