El escándalo que persigue a Lula

El escándalo que persigue a Lula

Lula

BBC Mundo. La Procuraduría de la República de Brasil ordenó este fin de semana a la policía que investigue las acusaciones de corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Tras vencer una dura batalla contra el cáncer, el político ha logrado salir con la popularidad relativamente intacta de los escándalos que acosaron a su entorno y sigue siendo influyente y muy cercano a la actual mandataria, Dilma Rousseff.

BBC Mundo analiza las claves del este nuevo episodio del escándalo y sus posibles consecuencias en la credibilidad de Lula.

¿Qué es el Mensalao? Entre los condenados están algunos políticos que tuvieron la total confianza de Lula.

El caso del «Mensalao» o «gran mensualidad», en español, es como se llamó en Brasil al proceso judicial que investigó la supuesta compra ilegal de votos en el Congreso durante el primer gobierno de Lula.

El escándalo estalló en 2005 cuando un congresista acusó públicamente al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de haber pagado desde 2003 el equivalente a US$10.000 mensuales a aliados políticos para asegurarse sus apoyos.

El que está considerado como el mayor caso de corrupción de la historia reciente de Brasil estuvo a punto de provocar el colapso del gobierno de Lula. Sin embargo y, pese a las condenas de algunos miembros de su partido, el expresidente fue cómodamente reelegido en 2006.

¿Quién ha caído hasta ahora? En total 25 personas, entre ellas varios altos miembros del partido de Lula, el PT, fueron condenados a largas sentencias de cárcel por su participación en el esquema de compra de votos.

Entre ellos están algunos políticos que tuvieron la total confianza de Lula, como su exministro de la Presidencia, José Dirceu, quien recibió una pena de diez años y diez meses de cárcel.

También han sido condenados el expresidente del PT José Genoino, y el extesorero del PT Delúblio Soares.

¿Por qué piden investigar a Lula ahora? Marcos Valerio acusó a Lula y a Antonio Palocci (en la imagen) de negociar una paga ilegal.

Aunque el escándalo estalló en 2005, hasta ahora el expresidente no había sido sido acusado directamente de estar involucrado en el esquema. La Fiscalía no encontró pruebas contra él.

Sin embargo, este viernes el Ministerio Público ordenó a la policía investigar las acusaciones de corrupción.

La petición se produce después de que el pasado mes de septiembre Marcos Valerio, un empresario condenado a 40 años de prisión por el escándalo del Mensalao, dijese a los fiscales que el exmandatario recibió dinero de un programa ilícito que usaba fondos públicos para pagar a los partidos de la coalición a cambio de apoyo político.

Concretamente, acusó a Lula y al que fuera su ministro de Finanzas entre 2003 y 2006, Antonio Palocci, de haber negociado una paga de US$7 millones en 2005 con el presidente de la compañía Portugal Telecom a través de una cuenta en Macau (China).

¿Afectará a la popularidad de Lula? «El Ministerio Público encontró que había bastantes indicativos para abrir la investigación», le dijo el profesor emérito de ciencia política en la Universidad de Brasilia, David Fleischer, a BBC Mundo.

El presidente ha logrado salir airoso hasta ahora del escándalo del Mensalao.

No obstante, explica Fleischer, el primer paso será «verificar la veracidad» de la denuncia de Marcos Valerio.

«Si fuera a fondo, eso puede disminuir bastante la imagen y el poder político de Lula, porque él escapó del Mensalao diciendo que sólo tuvo conocimiento por los diarios».

Pero Fleischer también advirtió que «es posible» que la investigación no arroje resultados concretos y la imagen del expresidente no se vea afectada.

«No sabemos exactamente cómo va a acabar», concluyó.

¿Qué pasará ahora? La declaración del empresario Marcos Valerio, que trabajó de cerca con el PT, se produjo en septiembre, una vez que éste conocía su condena y en un intento por reducir la sentencia de 40 años de cárcel.

Hasta entonces, Valerio siempre había negado que Lula tuviera conocimiento del esquema de compra de votos. Eso ha provocado que se cuestione la veracidad de la declaración.

Por ello, el empresario deberá ser interrogado de nuevo por la Policía Federal.

Ahora la investigación deberá seguir su curso y es probable que se extienda varios meses.

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