El escándalo Volkswagen toma dimensión mundial

El escándalo Volkswagen toma dimensión mundial

El pasado viernes explotó la noticia: El Grupo Volkswagen engañaba a autoridades y clientes mintiendo sobre las emisiones de sus autos con motores diesel. Poco después Volkswagen reconoció el engaño a la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) con una trampa premeditada. ¿Cómo lo hicieron? Los ingenieros de la marca instalaron en los autos con motores a gasoil un dispositivo que detectaba si el vehículo estaba pasando por una inspección obligatoria, activaban un modulo que manipulaba los gases emitidos permitiéndole así pasar con facilidad las estrictas exigencias de la prueba. Pasado el control el módulo volvía a la normalidad contaminando hasta 40 veces más de lo normal. Al ser descubierto, Volkswagen América admitió la trampa de sus autos (según ellos 482.000 vehículos) y anunciaba que se encargaría de arreglar el fallo.

Pero en esos días el escandalo ha seguido creciendo, surgiendo denuncias de varios países al mundo afectados con ese problema, es entonces que Volkswagen dio a conocer que los motores envueltos no eran solo los del mercado estadounidense, sino que con más de 11 millones de vehículos en todo el mundo la trampa era global. Además declaraban que las marcas involucradas afectaba también a Audi, Skoda, Seat y Porsche, toda ellas con motores diésel que debían de “cumplir” con las normas anticontaminantes de la Euro5. Desde entonces las reacciones negativas han seguido en cadena.

La presidente de Alemania, la canciller Angela Merkel, reclamó a VW más transparencia y seriedad sobre el tema. Además, las autoridades de Australia, Francia, Italia, Inglaterra y Corea del Sur anunciaban que revisarían todos los vehículos diesel en ventas en sus países para conocer el alcance real del fraude. En eso llama la atención que sean todos países con grupos automotrices, que pueden estar buscando defender sus industrias frente al poderío alemán en este campo. Como sea son reacciones que seguramente harán temblar el negocio de la marca alemana. En esos días Canadá ya ha decidido suspender las ventas de los modelos Volkswagen afectados, y Estados Unidos plantea una medida similar. Con el sacudión económico causado, llegó también la decisión de cortar cabezas. Y la primera víctima ha sido Martin Winterkorn, presidente de Volkswagen, que podría ser sustituido por el director de Porsche, Matthias Müller.

¿Engaños?. En la historia del mundo del automóvil han habido muchas reclamaciones por fallas mecánicas y intentos para no reconocerlas. Pero, como sea, esa del Grupo Volkswagen parece ser la más embarazosa. Porque pueden existir errores técnicos en la fabricación de autos, pero no queremos pensar que los errores se hayan producido a propósito. Por eso ahora habrá que buscar los responsables directos de esa nefasta decisión, y saber quién aprobó el engaño. Ya que con ese vulgar intento no solamente Volkswagen ha salido mal parada como imagen de marca, sino que también toda la industria del automóvil alemana, conocida por el mundo por su calidad y seriedad.

Desde el escandalo la prensa generalista y económica del sector está difundiendo los resultados de un estudio del “Consejo Internacional para un Transporte Limpio” (ICCT por sus siglas en inglés), en él se señalan las empresas que más mienten en declarar sus consumos de combustible… Mercedes y BMW ocupan los primeros lugares. El daño, además de imagen, se estima ser también el mayor de la historia a nivel económico. Y aun siendo Volkswagen un fabricante muy solido, el año pasado registro un beneficio neto de 15.000 millones de euros, calculada la enorme cantidad de autos involucrados se estima que entre multas y arreglos obligatorios la suma podría alcanzar 2 o 3 veces más el beneficio del año pasado.

Claro que para los accionistas esto representaría un duro golpe, ya que parece bastante claro que, según como vayan las cosas, no habrá reparto de dividendos en 2015, 2016 y quién sabe si también en 2017.

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