El espejo de la madrastra

El espejo de la madrastra

Hete aquí, que el candidato perdedor quiere imponer las reglas aunque el árbitro  informó quién ha sido el ganador.

Pero hay más: la manipulación de datos y la falsificación de las informaciones llega tan lejos, que el informe de un técnico en informática que recoge la verdad de lo ocurrido en las votaciones, es ocultado, escamoteado y falseado.

Lo más importante de ese informe es que fue el resultado de un análisis ordenado por el candidato perdedor a su propio jefe técnico en informática. Esos datos se le ocultan a la opinión pública.

¿Y por qué se ocultan los datos? Porque el informe dice que ganó quien ganó. Y algo más: que es falsa la denuncia de que cientos de miles de personas pertenecientes a otros partidos votaron en la convención del Partido Revolucionario Dominicano.

Como los seres humanos somos iguales en uno y otro confín del mundo, aunque Jalisco es mexicano, frecuentemente damos notaciones de que hasta aquí se ha extendido el jalisquismo, por eso, el que pierde arrebata.

Prueba de ello es lo que ocurre hoy en el Partido Revolucionario Dominicano: el candidato que perdió las elecciones internas quiere alzarse con el santo y la limosna. Eso no está bien.

El 16 de mayo del 2004, cuando llegaban al Comando de Campaña del Partido Revolucionario Dominicano los primeros detalles de las votaciones de ese día, el Presidente Hipólito Mejía llamó a la prensa e informó que no había ganado las elecciones. Ese gesto de nobleza, ese gesto de grandeza no es común en nuestro país.

Dicen que el candidato perdedor de la XXIX Convención del PRD no se había preparado para perder y eso ¿a quién le incumbe?

Los creyentes encienden velas para acompañar sus ruegos, aquel año la sequía era tan severa que la señora encendió muchos cirios y cuando sus peticiones fueron atendidas llovió tanto que hasta la doña se ahogó, según cuenta Juan Bosch en “Dos pesos de agua”.

Se habla de que el candidato perdedor y sus conmilitones quieren repartir, por adelantado, un pastel que no se tiene: el poder.

¿Acaso es sensata esa actitud? ¿Se va a la política a buscar? ¿Es decente y patriótica esa actitud? Sea usted el jurado.

Ni el país ni el Partido Revolucionario Dominicano merece que se ensucien las aguas con actitudes irreflexivas e interesadas.

Es oportuno responder a esta pregunta: ¿a quién beneficia esa actitud? ¡al enemigo¡

Colocado ante el espejo de la madrastra de Blanca Nieves el candidato preguntó quién ganó las elecciones y se reflejaría en la superficie el rostro del ganador: Hipólito Mejía.

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