El esquema Ponzi de Baninter

El esquema Ponzi de Baninter

Una interrogación me persiguió durante y después de la crisis bancaria del 2003: ¿Cómo era posible que el banco más grande del sistema financiero en los hechos, pudiese ocultar a las autoridades monetarias (el BC y la Superintendencia) el doble del valor total de sus depósitos con el público reportado oficialmente, sin que se percataran de tal pifia?

Comencemos por la Cámara de Compensación de cheques: si un Banco A recibe de sus clientes depósitos en cheques del Banco B por un valor mayor que los depósitos en cheques del Banco A que el Banco B recibe de sus clientes, entonces, al final del día, el Banco B tendrá que transferir reservas (efectivo) al Banco A para compensar el saldo de débito que tiene con el Banco A. Esto lo puede hacer el Banco B recurriendo a un préstamo de muy corto plazo en el mercado interbancario o tomando prestado al Banco Central (a un mayor costo).

En ese sentido, necesariamente tenía que reflejarse un nivel de saldos de compensación y de canjes de cheques de Baninter en Cámara de Compensación inusualmente alto con relación a la base de depósitos reportados oficialmente, los que constituían la tercera parte del  monto real de sus captaciones. En otras palabras, tenía que ser un indicio claro para las autoridades, que un banco tuviese un volumen de saldos de compensación y de canje de cheques tres veces más que lo “normal”.

Otro dato curioso es que en sus reportes oficiales el Baninter aparecía con un exceso de liquidez, esto es, que sus depósitos en el BC y efectivo en caja, excedían en mucho lo requerido por el encaje legal. A un observador inteligente le resultaría sospechoso, si piensa que el negocio de los bancos está en prestar lo más rápido posible los recursos que capta a un costo (tasa de interés pasiva), a un precio (tasa de interés de colocación) superior con la debida evaluación del crédito. Un exceso de liquidez sistemática en tiempos normales es un indicador de ineficiencia en la operación de un banco.

El esquema Ponzi se hizo más evidente desde que Baninter empezó a pagar las tasas de interés de captación de ahorros más altas del sistema por mucho, hasta el punto que casi igualaban las tasas de interés de coloración de préstamos de los demás bancos. Estos hechos empezaban a delatar la “presión creciente sobre las necesidades de captar y generar liquidez de Baninter…situación que había empezado a manifestarse en el año 1999, y que se fue acrecentando posteriormente” (Informe del Panel de Expertos Internacionales). Evaluaciones en manos de las autoridades desde esa época arrojan datos que bordean lo escandaloso, y ante los cuales no se hizo nada. Por ejemplo, la Superintendencia de Bancos en un informe de septiembre de 2001 expresó que Baninter no había hecho provisiones por préstamos riesgosos por $810 millones, lo cual significaba más del doble de las utilidades declaradas ese año. Realmente,  las pérdidas fueron de $441 millones.

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