El Estadio Cibao lugar ideal
para la Serie del Caribe

<p>El Estadio Cibao lugar ideal <br/>para la Serie del Caribe</p>

POR ENRIQUE ROJAS
ESPN.com
MIAMI — Tras un rotundo éxito competitivo y económico, aunque relativo en otros aspectos, en Carolina (Puerto Rico), la Serie del Caribe de béisbol comenzó a preparar su edición del 2008, que en el calendario rotativo establecido corresponde a República Dominicana.

Las Águilas han llenado de emociones el Estadio Cibao en innumerables ocasiones.

La disyuntiva que tiene ahora la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM) es decidir si montar el Clásico Caribeño en Santo Domingo, la emblemática “capital”, o en Santiago, la segunda ciudad en términos administrativos, pero la número uno en asuntos de pelota actualmente.

Para decidir el asunto, la LIDOM creó una comisión que realizará un estudio de factibilidad para determinar si Santiago posee las condiciones necesarias para ser sede de una Serie del Caribe. Prácticamente, la única duda de la LIDOM es acerca de la capacidad hotelera de “la ciudad corazón” para albergar a los cuatro equipos participantes y los aficionados que con ellos arrastran.

Los promotores que quieren la sede para Santiago aseguran que la ciudad podría ofertar más de mil habitaciones. Y yo agregaría las que pueda haber disponibles en ciudades periféricas como Puerto Plata, La Vega y San Francisco de Macorís.

A un turista que viaja de Culiacán a República Dominicana seguramente le resultará bastante atractivo poder alojarse en uno de los grandes hoteles “todo incluido” de las paradisíacas playas de Puerto Plata y hacer el viaje de una hora a Santiago para disfrutar el partido de su equipo. Recuerdo que en la Serie del Caribe de 1998 en Puerto La Cruz, Venezuela, la mayoría de periodistas fuimos alojados en un centro vacacional que distaba a 45 minutos del parque de pelota. Y nadie se quejó.

Asimismo, en Culiacán 2001, un grupo de reporteros fuimos alojado en una vecindad (donde solamente faltaban el Chavo del 8 y La Chilindrina) debido a que la demanda de habitaciones excedió por mucho la capacidad de la ciudad.

Pero para no ir más lejos, en la reciente serie en Carolina, decenas de periodistas y aficionados se alojaron en casas de amigos, familiares y hasta desconocidos debido a la falta de habitaciones. Y no crean que esas casas estaban cerca del escenario de juego. Yo mismo pasé la serie en Bayamón (a 35 minutos sin tapón y a una hora con embotellamiento desde Carolina) y nunca tuve problemas para llegar al parque Roberto Clemente Walker.

Y quieren que les cuente algo más. En los Juegos Olímpicos de Atenas, los periodistas internacionales fuimos ubicados en sendos vacacionales de uso militar que distaban hasta a una hora de la famosa capital de Grecia. Lo único que se necesita en estos casos es un funcional sistema de transporte.

Por otro lado, la comisión creada por la LIDOM no tiene que investigar nada en Santo Domingo, porque supuestamente no adolece de ninguna flaqueza por haber montado la Serie del Caribe en siete oportunidades.

Es verdad que Santo Domingo fue la primera ciudad del Nuevo Mundo, que tiene 505 años de fundación y que actualmente es una metrópolis que combina lo antiguo con lo moderno, al tiempo que ofrece comodidad y esparcimiento a sus visitantes. Pero también es verdad que el estadio Quisqueya de Santo Domingo es una construcción vieja, obsoleta, atrasada y demacrada. Un recuerdo de un pasado glorioso y un presente gris.

El estadio Quisqueya (al igual que la mayoría de parques donde juegan los equipos de la liga invernal) se ha convertido en el gran bochorno del béisbol quisqueyano, que se da el lujo de exhibir a los mejores peloteros del mundo en los escenarios más atrasados de estos tiempos.

Por el contrario, en Santiago han realizado grandes inversiones económicas para convertir el estadio Cibao en el más moderno y adecuado de todo el país. Hace mucho que ya era considerado “el más alegre de la cuenca del Caribe”.

La Liga Dominicana, que durante años ha clamado por la remodelación del estadio Quisqueya y otros parques, debería auto-imponerse una regla interna: No solicitar ningún evento internacional para Santo Domingo hasta que no tenga un edificio adecuado que represente el prestigio del béisbol y el pelotero dominicano.

Es lamentable que los Tigres del Licey, el más famoso y popular club del país (que me excusen los seguidores de las Aguilas Cibaeñas) cumplirá 100 años en noviembre próximo y estará obligado a celebrarlo en una casa que aparenta haber sido construida mucho antes que el nacimiento del conjunto a pesar de que fue inaugurada en 1955.

El mejor regalo que podría recibir el Licey en su centenario es la noticia de que finalmente comenzarán los eternamente dilatados trabajos de remodelación del estadio Quisqueya.

Santiago, la rica región del Cibao (en el norte dominicano), las Aguilas Cibaeñas (que han ganado 8 torneos invernales y 5 títulos caribeños desde 1996) y los fanáticos caribeños merecen que la próxima Serie del Caribe sea montada allí, en el centro de Quisqueya (“Madre de todas las tierras” en el idioma de los indios taínos), la isla del béisbol.

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